Entre paréntesis

Rafael Navas

rnavas@diariodejerez.com

Saltar o tropezar

Quedan muy pocos días para que comience la principal fiesta de la ciudad, la Feria del Caballo, que se denomina así en homenaje a este animal tan representativo de Jerez. Representativo, porque otra cosa es la realidad. Veamos. Esta semana el Ayuntamiento anunció que ha "activado" (¿?) el plan de acción para que Jerez sea Ciudad Europea del Caballo en 2018. Fue en 2014, todavía durante el mandato del PP en el Ayuntamiento, cuando la ciudad fue designada como tal, tomando el relevo de la actual, que es Waregem, en Bélgica. ¿Alguien puede decir qué se ha hecho desde entonces en materia ecuestre para que Jerez esté preparada para recibir ese relevo? Es más, desde la designación hemos asistido al deterioro de algunas de las instalaciones hípicas existentes en la ciudad, que no han recibido un céntimo de euro para su mejora o potenciación.

No hablemos de la herencia de las infraestructuras de los Juegos Ecuestres Mundiales de los que ahora se cumplirán 15 años. Ruinas. Y lo que es peor, ese evento dejó una factura multimillonaria en las arcas municipales que no se tradujo en una mayor afición o inversiones de empresas del sector en la ciudad. A cambio, el Ayuntamiento se quedó con unos edificios que no ha podido mantener en mitad de una crisis económica.

Seguimos esperando que uno de los mejores recintos hípicos de nuestro país como es el Depósito de Sementales reciba la inversión necesaria para su mantenimiento como centro de exhibiciones y crianza. La falta de sintonía política entre el actual gobierno municipal y los responsables políticos del Ministerio de Defensa están abocando este centro al deterioro y el abandono más absoluto. ¿Hay tiempo para que esté en dignas condiciones antes de que seamos Ciudad Europea del Caballo? ¿Se le ocurrirá a algún socio de votos necesarios que se declaren los actos hípicos como maltrato animal? Cualquier cosa así es posible en el Jerez de hoy.

Sólo la iniciativa privada y la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre han mantenido, en cierta medida, esa vocación ecuestre que tiene Jerez. Además de darle el merecidísimo Premio Caballo de Oro 2016 a Nahman Andic, esta ciudad debería erigirle un monumento. Porque gracias a él han podido salir adelante muchos acontecimientos hípicos en Jerez. 'A campo abierto', el espectáculo de Álvaro Domecq en Los Alburejos, lleva una década defendiendo ante los visitantes esa condición ecuestre de Jerez, siguiendo el camino iniciado por una Real Escuela que debe apostar más por el caballo y abrirse a la ciudad ya de una vez, pues ni siquiera los campeonatos internacionales han sido capaces de llenarla como deberían.

Como comenzaba, en pocos días veremos caballos hermosísimos y enganches de gran valor por los paseos del González Hontoria y nos sentiremos orgullosos de esas estampas. Pero, ¿y después? Una ciudad del caballo lo ha de ser todo el año, no sólo en Feria. Nos queda mucho para ello. La industria asociada a ese sector no se ha desarrollado aquí como se esperaba. De momento, en unos días, seremos ciudad del caballo, pero del que tienen por potencia las motos. Al otro aún se le espera.

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