La ciudad y los días

Carlos Colón

ccolon@grupojoly.com

Sánchez, el desamortizador

El Gobierno pretende apropiarse de bienes que pertenecen a la Iglesia desde hace siglos. Entre ellos 31 templos, como las catedrales de Córdoba y Sevilla o la Seo de Zaragoza, y muchos de los más de 600 santuarios como Covadonga, Guadalupe o el Rocío. La cosa afectaría a los bienes inmuebles inscritos a su nombre tras la reforma de la Ley Hipotecaria de 1998. Se está concluyendo un Registro a partir del que la Dirección General de Patrimonio decidirá qué propiedades son del Estado y cuáles pueden seguir registradas a nombre de la Iglesia. Lo que daría lugar a una batalla legal de proporciones gigantescas. El portavoz de la Conferencia Episcopal lo ha denunciado con razón como una "desamortización encubierta" argumentando que, de acuerdo con la legalidad vigente, lo que ha hecho la Iglesia es "inscribir unos bienes que ya poseía de manera secular". Y éste es un argumento incontestable. Aunque en estas cuestiones las fobias anticlericales y antirreligiosas induzcan a retorcerle el brazo a la historia.

¿Quién puede dudar razonablemente que la Catedral de Córdoba es de la Iglesia desde que Fernando III le donó la mezquita tras la reconquista de la ciudad en 1236? ¿O que la Catedral de Sevilla es propiedad de la Iglesia -también donación de Fernando III- desde la reinstauración de la sede hispalense en 1249, primero con Felipe de Castilla como Procurador de la diócesis y después con Raimundo de Losana -para nosotros Don Remondo- como primer arzobispo tras la Reconquista, ocupando la mezquita almohade y después el edificio construido entre los siglos XV y XVI?

La alcaldesa socialista de Córdoba ha dicho que hay que "seguir trabajando para que la Mezquita-Catedral sea de dominio público y del pueblo, como ha sido siempre". No, mire usted, siempre -es decir, desde que dejó de ser mezquita- ha sido de la Iglesia. Y nunca ha sido de dominio público o del pueblo. Por mucho que se empeñe en ello usted, el Gobierno o, como presidente de una comisión para la expropiación de la Catedral, el camaleónico Federico Mayor Zaragoza, asombroso ejemplo de supervivencia y autorreinvención que ha transitado de subsecretario de Educación y Ciencia en el Gobierno de Arias Navarro a las órbitas del PSOE y de los "indignados" 15-M tras pasar por UCD y el CDS. Puesto a resucitar fantasmas y pasear momias Sánchez parece decidido a reabrir lo que se llamó "la cuestión religiosa".

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