Las cosas que pasan

David Fernández

Sanos y salvos

ESTE año, cuando la climatología acompaña, los accesos son inmejorables y pese a contar con un gran dispositivo de seguridad, las motos rugen en Jerez y las localidades vecinas con menos fuerza por dos razones, principalmente. La crisis económica, a la que los moteros no son inmunes, ha reducido el número de visitantes y también ha llevado a muchos de los seguidores de Lorenzo y compañía a apurar al máximo hasta presentarse en la zona para ahorrar gastos de comida y alojamiento. Ni siquiera el hecho de que en el González Hontoria haya comenzado la Feria oficiosamente ha servido de mayor acicate. Otro hecho relevante en el mundo del motor es la celebración por vez primera de cinco campeonatos de motociclismo en la Península Ibérica. Al de Portugal hay que unir los de Jerez, Barcelona, Valencia y, como novedad este año en el calendario, el Gran Premio de Aragón, en el circuito de Alcañiz, lo que también resta afluencia de público. Otros factores influyen, como que este fin de semana el Primero de Mayo se celebró ayer y no en viernes, como en 2009. Y aunque en mucha menor medida, a no pocos aficionados les costará olvidar la mano dura que empleó la Policía en las ediciones anteriores en Jerez y la imagen que se proyectó de ellos cuando se blindó el centro a los moteros con cargas policiales retransmitidas en las noticias de las tres. Es la factura añadida que ahora pagamos aquí. Es así de simple: no se podía consentir ni por una sola edición más que Jerez se convirtiera en una ciudad sin ley durante el Gran Premio -Dorna incluso llegó a plantearse suspender la prueba jerezana del calendario-, aunque quizá se empleó demasiada anestesia. Esto ya es pasado y no tiene solución, y lo mejor es que no se han vuelto a repetir episodios para olvidar. Ahora bien, en El Puerto y otras poblaciones no se empleó la Policía tan a fondo y también este año se resienten por la crisis. Este fin de semana, la ciudad ha vuelto a abrir sus puertas de par en par a los moteros, pero justo cuando los bolsillos están para muy pocas alegrías. Habrá que esperar y en cualquier caso, si la fiesta se mantiene dentro de un orden, el objetivo estará cada vez más cerca, ya que el circuito siempre será el preferido por afición y pilotos. Hoy sólo cabe desear que la celebración sea completa y para ello es necesario que todos los que acudan a Jerez regresen a sus domicilios sanos y salvos.

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