NUNCA una voz dio tanta personalidad a un grupo musical, Teresa Salgueiro se convirtió, por derecho propio, en el icono de una de las formaciones más emblemáticas de la música portuguesa, Madredeus. Ella situó al grupo en otros universos sonoros y no se puede evocar la imagen de la agrupación sin tener en mente el color y el calor de la voz de esta mujer. Es el año sabático de Madredeus y uno de los períodos más prolíficos de la carrera personal de esta deslumbrante intérprete.

La Salgueiro es una mujer de principios, hace de la música un vehículo para transitar a lo largo de su vida, a través de "sus canciones", obras que le vienen acompañando desde que tuvo uso de razón y que pertenecen a un rico y variado repertorio de creadores. Mujer de todo tiempo y lugar, Teresa posee una inequívoca musicalidad en su formas de cantar, rezuma la portuguesa un halo de dulzura que quedar atrapado por su personalidad musical se convierte en una necesidad perentoria. Dice Jorge Varrecoso, alma mater del Lusitánia Ensemble que este trabajo discográfico es " un viaje por mares otrora navegados" y en el que el antiguo Quinteto Lusitánia se siente especialmente identificado y, aún cuando se parte de temas originales compuestos por otros autores se ha intentando imprimir una personalidad distinta a las canciones en adaptaciones al formato instrumental del Ensemble, una agrupación que se estructura sobre una armazón esencialmente camerístico pero que llega a virtualizar hasta los motivos y recursos musicales aparentemente menos significativos.

La Serena es un disco impecable, su versatilidad probablemente sea una de sus grandes virtudes, en él se nos plasma un horizonte muy plástico con un alto aporte de registros emocionales. No se puede estar ajenos a ninguna de las piezas que en él se hallan, la portuguesa no recurre a "melar" su voz, sencillamente la viste y por ello no la falsea con burdas texturas ni recurre al histrionismo fácil.