La nicolumna

Nicolás / Montoya

Subirseal caballo

AHORA resulta que todo el mundo es del Xerez. Incluso a todo el mundo, de la noche a la mañana, le ha entrado una afanosa afición por el fútbol. Esto no tiene solución, porque estamos entrando a saco en la parafernalia de la celebración donde no es lo mismo el interés por hacer deporte que la vacía necesidad de ocupar el tiempo. Si nadie lo remedia, a partir de ahora vamos a asistir a muchos días de carnaval jerezano con único disfraz y letrillas improvisadas dedicadas a la champions y a los atributos sexuales de jugadores de fútbol. Es más, a Esteban ya le han concedido la alcaldía perpetua y a los jugadores, será por glorietas, les van a regalar una rotonda a cada uno.

Serán primeras páginas de suplementos dominicales, horas de radio en largueros de programas deportivos, minutos de prime time en reality shows, y sobre todo, mucho tema de conversación en tertulias de bares. Lo de subirse al caballo azul y blanco está de moda porque apostar a caballo ganador es muy fácil al jugar de antemano con ventaja. Pero lo que aún no sabemos es en cual de los caballos se producirá la escenificación de la monta y quién será la primera persona en subirse. Aunque lo imaginemos. De ventajistas de poca monta y de alumnos aventajados de lo superficial estaremos rodeados estos días. Los que sienten que algo está fallando en la sustancia gris se pueden sentir como marcianos dubitativos de su acreditada seriedad y como especímenes en extinción del actual milenio.

La fiesta de la bulería de primera, a pesar de los pesares, no acabará, sin más, con la cuestión. En el mundo actual se ventila, planteada en términos de filosofía antigua, la sumisión del hombre a los valores o de los valores al hombre, sin que esta dicotomía tenga que ver con la sobrenombrada evolución de las especies. Que visto lo visto la tenemos que poner en entredicho.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios