Ojo de pez

pablo / bujalance

Otro Suresnes

PUES sí, ya está otra vez el PSOE metido en la tesitura. Desde Zapatero, cada nueva convocatoria electoral se ha traducido para los socialistas en debacle y motivo urgente de reflexión. Y ha sido así en todas partes menos en Andalucía, siempre con el inestimable apoyo de un PP que se ha mostrado abiertamente incómodo en este territorio rural y atávico, salvo en un ámbito municipal más entendido como acuartelamiento que como oportunidad para hacer política. Hay barones socialistas que ven en Susana Díaz el único liderazgo posible, pero quiero creer que la mayoría del partido considera que llevar a Díaz a Madrid no bastaría para prender los cambios precisos. Las circunstancias por las que el PSOE gana las elecciones en Andalucía serían difícilmente exportables al resto de España. Y, además, la cuestión es otra. Ni siquiera, en el fondo, tiene que ver con el liderazgo. El problema es que lo que ha terminado de hundir al PSOE no ha sido la derecha, sino una izquierda renovada y ambiciosa, que no duda en reivindicarse como tal, que propone medidas anticapitalistas, que juguetea con el populismo, que se mira en Venezuela y que llama a la participación como se llama a la revolución. Resulta que esto, sí, es lo que han preferido muchos ciudadanos frente al bipartidismo.

Así que todo aquel discurso sobre el PP-PSOE y el son lo mismo ha terminado calando. Faltaba Felipe González viendo con buenos ojos una coalición y desdiciéndose poco después. Si una parte inestimable de la ciudadanía reclama políticas de izquierdas, ¿qué papel puede representar el PSOE ante IU y Podemos? ¿Qué hueco le queda, al cabo, cuando su tendencia moderada y centrista es interpretada por no pocos votantes como connivencia con la derecha y los órdenes financieros que han sacado su tajada de la crisis? ¿La superación del estigma es una cuestión meramente ideológica? ¿Necesita el PSOE otro Suresnes para tomar posición en el presente? ¿Tal vez, incluso, para recuperar el traje marxista que se quedó allí colgado, ahora que la dialéctica ha vuelto a entrar a saco en los debates, muy a pesar del ascenso de otras formaciones como UPyD?

La diferencia entre el PSOE y la pujante nueva izquierda se encuentra, en gran medida, en la claridad: Podemos e IU expresan con meridiana intención en sus programas sus políticas sobre economía, inmigración, el derecho a decidir y otros asuntos candentes, y me temo que el PSOE no ha sabido ser igual de tajante a la hora de explicar sus planteamientos. ¿Se traduciría una mayor definición ideológica en una mayor concreción política? Tendrán que darse prisa.

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