A contraluz

Manuel Pareja

Susana y la UGT

LA UGT de Andalucía anunció hace días una investigación interna sobre el falseamiento de sus facturas y su cargo ilegal a subvenciones de la Junta de Andalucía; para entendernos, los dineros destinados a parados y políticas de empleo, se lo gastaron en montar huelgas, pagar autobuses, cenas de lujo, y otros fines inconfesables de los que nos iremos enterando. Pero lejos de sacar los colores a los responsables, la nueva dirección regional del sindicato lo que ha hecho es contratar una empresa para pillar a los filtradores de la información. Fuentes de UGT confirman que en vez de una comisión de investigación de las irregularidades, se ha organizado una caza de brujas contra los autores de las filtraciones. Es decir, que a los sindicalistas honrados que han puesto al descubierto la corrupción de sus jefes, se los quieren cepillar. La nueva presidenta de la Junta, Susana Díaz tiene la magnífica oportunidad de empezar a hacer efectivo su discurso de investidura, en el que dijo sería implacable con la corrupción. Cuando UGT encuentre al filtrador, lo puede hacer andaluz del año, o hijo predilecto de Andalucía. Puede personarse como acusación en las diligencias judiciales contra la dirección del sindicato; que siga dando a la juez Alaya toda la información que le ha sido hurtada estos años; que investigue a la agencia IDEA, Invercaria, Mercasevilla, entre otros muchos; aunque corre el riesgo que el Parlamento se le quede vacío y no pueda formar gobierno con quienes la han aupado hasta la silla de San Telmo. Afortunadamente, la Andalucía real vive muy al margen de sus políticos, del gobierno y su oposición. Tiene una acreditada resistencia a la ocupación, a la instalación partitocrática que nos toca hoy vivir. Posee una capacidad de innovación creadora muy por encima de la de sus gobernantes. Así que paciencia.

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