Mi amigo José Manuel acaba de regresar de un viaje a Bulgaria y viene encantado. Cuenta que es un bellísimo país, con ciudades y naturaleza desbordante, y con una ancestral cultura muy interesante de conocer. Y con una ciudadanía encantadora y muy educada. Lo del título del artículo viene por lo popular que es el idioma español en ese país y lo conocida que es España allí. Y es que hay muchas cosas que desconocemos del país balcánico. Para empezar; hay cerca de 200.000 ciudadanos búlgaros que viven en España, de ellos más de trescientos en nuestra provincia. Creemos que los inmigrantes en España que proceden de Europa del Este son rumanos, ucranianos o rusos, pero obviamos la nacionalidad de la que estamos hablando.

Por otra parte, en las escuelas los idiomas más solicitados como segunda lengua son el español y el inglés. Es habitual, pues, encontrarte a un joven que habla nuestro idioma con una fluidez casi increíble. Y claro, saber eso estando tan lejos de España a mi amigo le llenó de orgullo. Pero además estando allí a mi amigo le llegó un vídeo que le hizo suspirar de orgullo patrio. Supongo que algunos lo habrán visto, si no anímense que no tiene desperdicio. Es un vídeo de una reunión distendida del embajador de Panamá en España y antiguo ministro de ese país, Milton C. Henríquez con un grupo de españoles, sobre lo logros conseguidos por el pueblo español a través de la historia. Búsquenlo en las redes sociales y disfruten.

Por todo ello, mi amigo ha venido muy contento de Bulgaria, de sus bosques, sus montañas de las excelentes comidas, la extraordinaria cerveza y los exquisitos vinos del país.

Todo ello me lo ha referido nada más llegar a Jerez saboreando una copa de un encantador amontillado, con el cual brindamos por el embajador de Panamá y por el pueblo búlgaro. Va por ustedes, señores.

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