Tacones y cumbres

Unos tacones de vértigo pueden sobresalir incluso por encima de las más altas cumbres de estado

Ah, ¡y yo que me estaba agobiando por lo frívolos que me salían mis artículos de agosto! Me voy a la prensa a buscar un tema sesudo para dejar de hablar de palas de pescado o de paseos en moto, y me encuentro con un análisis político de… los tacones de Melania Trump en la cumbre del G-7.

Me parece bien porque la cosa tiene su cosa. La altura siempre ha estado relacionada con el poder. ¿No se llama a los príncipes Su Alteza, aunque sean bajitos, eh? Ahí estriba la primera cuestión que se hacen los sesudos analistas internacionales: ¿está Melania vacilando a Brigitte Macron, que es más baja? También Macron es micro comparado con el 1'90 de Trump.

Aunque no acaba ahí la cuestión. Porque Donald Trump no tiene inconveniente ninguno en dejar que Melania aparezca más alta que él cuando se calza sus 120 milímetros de tacón. Es un detalle que no casa bien con su caricatura de egocéntrico machista obsesionado con la imagen.

Pero sigue habiendo más. Los zapatos en cuestión que ha llevado Melania en la cumbre son franceses. De modo que lo que podía interpretarse como un dedo en el ojo (o un taconazo) a la primera dama de Francia es también una delicadeza con Francia y su primer mercado como meca (con perdón) de la moda. Un homenaje eficaz para la marca porque ahora hasta yo sé que existen unos Louboutin plateados que son realmente hermosos, y que Melania realza y eleva, aunque la realzada y elevada sea ella, en círculo virtuoso, podríamos decir.

Todavía más. Porque después de esa exhibición, Melania apareció con unos zapatos planos, como para tener, ahora, un detalle con Brigitte, aunque seguía siendo más alta. Después de los tacones, con zapatos planos, por un efecto paradójico de expectativas y contrastes, parecía más alta aún.

Y encima, más. Llevar esos tacones exige, según dicen los especialistas, un entrenamiento espartano y un dominio completo del cuerpo y una gran fortaleza psicológica. De modo, que Melania, primera dama de Estados Unidos transmitía vía subconsciente una imagen de país en alta tensión y perfecta forma. Son gestos que, para la diplomacia y la política de la imagen, tienen importancia, dicen. Yo, por si acaso, he visto las fotos detenidamente, y son impresionantes.

Sé de qué escribiré mañana, pero algo tengo claro. Seguro que ya no me agobio de pensar que sea un tema muy frívolo. Hasta los tacones tienen trascendencia internacional, ahí donde los ves.

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