La columna

Bernardo Palomo

Tiempo de tira y afloja

Llevan ustedes diez días con los niños y con sus adolescentes en casa. Ellos, de vacaciones y ustedes sabiendo lo que son sus hijos, que para eso son suyos. Es la ley de una situación social que no tiene vuelta de hoja. La educación es obligación absoluta de los padres y, por eso, este tiempo, probablemente con mayor intensidad que en otros momentos, es cuando debemos intentar saber manejar la difícil papeleta que nos ha tocado como padres. Es un tiempo maravilloso para enfrentarnos a una realidad que patrocina muchos matices, muchos desarrollos y muchos más, desenlaces. Esta sociedad nuestra esquiva, nos plantea muchos factores que nos hacen, a veces, perder la paciencia. Por eso, es tiempo de mucha mano derecha, de saber dar pero también de decir que no. Esto último es lo más difícil, sobre todo porque requiere mucho tira y afloja, muchas malas caras y mucho aguante para que no prevalezca lo fácil: ¡niño, haz lo que te dé la gana, pero déjame, que bastantes problemas tengo yo ya! Es tiempo de estar con ellos, de salir, de hablar y, sobre todo, de saber escuchar, de tener mucha paciencia y de confiar en que la naturaleza es siempre sabia. Durante el curso nos hemos apoyado demasiado en los maestros y profesores y le hemos hecho responsables de algo que era, absolutamente, de los padres. No nos olvidemos que la escuela y el instituto, instruye, enseña, forma y colabora en la educación; pero ésta es exclusiva responsabilidad de unos padres que debemos estar siempre a la altura. Ahora tenemos la oportunidad de marcar territorios claramente. No nos olvidemos que ellos son tremendamente listos y saben lo que quieren. Sepamos nosotros, también, estar en nuestro sitio. ¡Felicidades y que disfruten, si pueden!

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