Tierra de nadie

Alberto Núñez Seoane

Un Gobierno ‘maduro’

En España no importan los agravios comparativos, aunque estos sean demoledoramente repugnantes, muy ofensivos y del todo inadmisibles para la parte de ciudadanos que los tienen que sufrir. “España y yo somos así, señora”, decía el capitán Diego de Acuña en la obra teatral de Eduardo Marquina, manifestando que aún quedaban hombres dispuestos a darlo todo por honor. Una inalcanzable utopía en los tiempos que corren; a muchos incluso les parecerá un chiste, se mofarán de 'semejante estupidez', reirán y despreciarán a quien aún sea capaz de hacerlo o a quien admire a quien lo hizo; qué le vamos a hacer, la escoria no huele su propia fetidez, piensan que es aroma de lavanda… ¡pobres imbéciles!

Pedro Sánchez, presidente sólo de media España, necesitó los votos del comunismo bolchevique para sacar adelante su moción de censura contra Rajoy. Su absoluta falta de escrúpulos no le fue suficiente entonces para sentar, al menos por cuatro años, su trasero en La Moncloa. Con la lección aprendida, no dudó, en la siguiente ocasión que fabricó, en abrazar a los que, días antes, había calificado él mismo como indeseables; no dudó en acoger a los que, dijo, “no le dejarían dormir, sólo de pensar en aliarse con ellos”. Esto, como todo, tuvo un precio; un altísimo precio que Sánchez sabía, no iba a ser él quien lo pagase: lo haríamos todos los españoles. Pero no le inquietó lo más mínimo: su falta de honestidad, su prepotencia, deslealtad y su enfermiza ambición, actuaron como catalizadores para allanarle el camino hacia lo único que le importa: el poder.

Sabemos que la Venezuela comunista, y tercermundista, de los dictadores Chávez y Maduro subvencionó a ‘Podemos'; las cantidades reales, mucho más abultadas que los millones que hoy se manejan, y los ‘acuerdos’ asumidos puede que algún día se conozcan, pero por el momento seguirán siendo ‘secreto de Estado’. Sánchez sabe que ‘los camaradas’ no van a tardar en comenzar a pasar la cuenta para cobrarse los favores facilitados; con el marqués de Galapagar y sus secuaces en el Gobierno de España, ‘las entregas’ a percibir alcanzarán tal relevancia que sólo imaginarlo pone la carne de gallina.

Maduro, prisionero en el país que sodomiza, tiene que preparar la salida que, antes o después, no tendrá más remedio que aceptar. Los vuelos, en aeronaves privadas, salen de Venezuela cargados con el oro y los millones de dólares robados al pueblo. Turquía, Uganda, Irán o Cuba son algunos de los destinos a los que el puerco bolivariano, su Delcy Rodríguez y el resto de los orcos que lamen su culo, estaban mandando el botín que arrancan a los venezolanos cada uno de los tristes días que el sátrapa les obliga a malvivir; ahora, España, parece que se une a la lista de ‘paraísos’ en los que el tirano y su rebaño pueden asegurar el producto de su fétida rapiña.

El escenario podría imaginarse así: Maduro habla con sus colegas españoles, ‘Podemos’, los instruye para aprovechar la situación de privilegio en la que Sánchez, el traidor, les ha colocado y sacar partido de ella. Se organiza, entre otras cosas, ‘el viajecito’ de la mamarracha Delcy. Para ello, se saltan todas las normas, se incumple el tratado de seguridad ‘Schengen’, se desobedece la prohibición de la Unión Europea para que esa basura pise su territorio, se miente a la opinión pública una, dos, tres, cuatro y cinco veces, se impide tratar el asunto en el Congreso de los Diputados, se niegan a facilitar la cinta que demuestra sus mentiras, luego se intenta destruirla, se expedienta al guarda que no dijo “sí bwana”, se aparta de su trabajo a quien lo hizo bien, sólo denunció lo que vio en la terminal del aeropuerto ‘Adolfo Suárez Madrid-Barajas’ que, por lo visto, ahora no está en España… No hay suficientes bananas para poblar la ‘república’ en la que Sánchez nos está convirtiendo.

Si se averigua lo que pasó en Barajas, si se llega a saber lo que ‘hubo’, y lo que hay, entre Maduro y ‘Podemos’, el ‘coletas’ tiene los días contados. Si al ‘chepas’ se le acaba el chollo y tiene que salir por pies, a Sánchez se le cae el chiringuito: los votos comprados a la extrema izquierda podemita con una vicepresidencia de gobierno y varios ministerios –por eso dije que ‘el precio’ lo íbamos a pagar los españoles- son imprescindibles para que a ‘Pedrito Falcón’ no se le disuelva el ‘loctite’ que le mantiene pegado al sillón. Conclusión: Sánchez va a seguir tapando las miserias de ‘Podemos’, colgándoles medallas, defendiendo sus aberrantes propuestas… hará lo que haga falta, aunque España se hunda: mentirá, quiero decir: seguirá mintiendo, despreciará, amenazará, legislará contra los que no le queremos, repartirá dinero y prebendas entre los que le bailan el agua, concederá lo que le pidan nacionalistas, independentistas, golpistas y terroristas, subirá impuestos para tapar los agujeros que hace cada día, insultará la memoria de muchos muertos, se inventará una ‘memoria histórica’ para agradar sólo a los que claman venganza; hará lo que sea antes de caer, digo: lo-que-sea.

No se puede hablar con quién no escucha, ni escribir para un analfabeto, ni cantar para quien no oye. No se puede pedir honestidad a quien ignora lo que es, lealtad al que sólo vivió lo infiel, honor a quien lo desconoce. ¿Sí?

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios