TRIBUNA LIBRE

Fátima Ruiz De / Lassaletta

"To whom it might concerný"

PERDÓN por el anglicismo y más a modo de titular, pero si con él he llamado su atención, ello era mi primer objetivo y el segundo traducirlo, para tratar de explicarle, o recordarle, toda la enjundia de esta frase echa, del lenguaje mercantil británico, tan usado en el comercio del sherry: "A quien pudiera interesarý", pero mas exactamente y con ironía viene a decir: "¡A quien deba interesarý! Porque ha sido el articulo de Mon del Río (don José Ramón), amable y acertado, el que me ha hecho, como jerezana, reaccionar ante la mutilación que van a sufrir marcas registradas entre las mejores del jerez. No, no es lo mejor que los propietarios de marcas reconocidas, las autoridades vinícolas competentes, ni sus nuevos propietarios pueden hacer por el vino de Jerezý desgarrar las marcas de sus soleras y criaderas, quitándoles a medio plazo su personalidad. Vinos deliciosos, de los que la memoria organoléptica de los buenos bebedores puede afirmar: que son redondos, aterciopelados, equilibrados, ¡únicos! Si Dios y los que deban interesarse no lo remedian, a corto plazo, tendremos que decir: que están chiquitos, o salados, o vacíos.

Ya lo sufrió el sector hace un cuarto de siglo. Una veintena de excelentes marcas (y no me refiero desde luego a los graneles) se desmembraron de sus tradicionales viñas, de sus bodegas de crianza, de sus criaderas y soleras, por motivo de una rápida reprivatización. Las viñas del pago de Balbaina, ideales para los finos, se adjudicaron al paquete reprivatizador donde primaban las marcas de oloroso y las viñas del pago de Añina quedaron destinadas para aquel en donde destacaban los primeros. Y la marca de los buenos catadores, perdió su Bodega Baco. Y el jerez más shakesperiano del mundo, perdió su Bodega Esperanzaý y así hasta veinte. Confiemos en el buen hacer de los bodegueros portuenses y que esas, sus nuevas, marcas no sean definitivamente privadas de las uvas de Marcharnudo (un Castillo, en las etiquetas, donde durante mas de un siglo no se ponía el sol: de Alaska a Filipinasý), no dejen de gozar de los aires de San Mateo y San Blas, de la sabiduría de las botas de roble americano centenariasý de todo eso que les da exclusividad.

Se aplaude desde aquí a aquellos bodegueros que, amando sus bodegas del Marco, porque de otra forma no se comprende seguir siéndolo, han comprado a la par que marcas sus soleras y sus botas. Se descalifica como tales a los subastadores de marcas solas. Y se anima a los nuevos propietarios para que persigan, hasta lograrlas, las esencias que dejan atrás. Porque en el tema de las soleras como en el del toro: no hay quinta mala, pero la sexta esencia de los vinos hechos, es jerezana. Y a las autoridades se sugiere que no permitieran, en el futuro, que un V.O.S. y un V.O.R.S. no estén respaldados por los caldos que originalmente le dieron su ser, so pena de la vulgarización.

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