Lo que le faltaba al centro de Jerez es que las grandes firmas del grupo Inditex pusieran los pies en Polvorosa. Desgraciadamente, así va a ser. No parece que vaya a haber vuelta atrás. Los motivos, la verdad, los desconozco, pero si el fracasado (fracaso como una casa) Jerez, Centro Comercial Abierto, ya era algo que se sabía desde hace mucho tiempo, ahora el castañazo va a ser de padre y muy señor mío. Y si triste es pasear a ciertas horas por la calle Larga y aledaños (el centro se ha reducido a una calle como esa y poco más), ahora, con las tiendas de Inditex cerradas, la cosa va a ser para deprimirse aún más.

Ahora se pretende que las asociaciones de comerciantes, las que ya había y las nuevas, salven el barco, pero mucho me temo que la nave tiene una señora vía en el casco, y que no le salva ni la patrulla canina.

Habrá que ver ahora quién invierte en esos locales enormes, quién ocupa el lugar de las tiendas del magnate don Amancio, y qué futuro le espera a un centro, que ni es comercial, ni la mayoría de las veces (véase sábados por los tarde) está abierto, ni mucho menos.

Solo la hostelería logra salvar los muebles. Desde plaza Plateros hasta la calle Lancería, hay algo de animación. El resto es puro desierto, con el ORA que no ayuda nada de nada a acercarse, y con horarios en tienda que nada tienen que ver con los centros comerciales.

A todo esto podemos sumar la ausencia de hamburgueserías o pizzerías de franquicia o la inexistencia de un triste cine. Solo el Villamarta, cuando hay función y los bares dan vidilla al centro. El resto, para salir corriendo.

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