Unidos para las fotos

Hablar de unidad contra el terrorismo suena a cinismo oportunista. Todo se queda en gestos y falsa apariencia

En la manifestación contra el terrorismo en Barcelona (que fue televisada ayer en directo) han quedado expuestos todos los complejos políticos que sufrimos. Se intentaba dar una imagen de unidad, al menos en las fotos, que quedarán para la posteridad. Ese requisito se cumplió de alguna manera. Incluso intercalaron a musulmanes y personas de diversas razas y confesiones entre los líderes políticos. Sin embargo, el conjunto de los manifestantes fue variopinto y contradictorio. Banderas de todos los colores, catalanas y españolas, pero también independentistas y republicanas. La CUP enredando con sus cartelitos. Hubo de todo y se ha discutido todo. Empezando por el propio lema de la manifestación "No tinc por" ("No tengo miedo"), donde dicen que ha quedado eclipsado el origen del asunto. El lema pudo ser "Contra el terrorismo yihadista". Lo del miedo genérico parece más ambiguo.

Existía otra duda: ¿el Rey debía ir a la manifestación? ¿Era imprescindible, o si acaso conveniente? La respuesta puede ser que sí y que no. Hasta ahora ha sido costumbre que los Reyes no acudieran a las manifestaciones. Por otra parte, Felipe VI ya había estado en Barcelona, participando en una concentración de repulsa, visitando a los heridos y demás. Todo el mundo sabe que está en contra del terrorismo. La reina Letizia consideró más oportuno no asistir a la manifestación. Tampoco suele ir a los palcos de los estadios, ni a lugares donde tiene muchas posibilidades de que la insulten, o la fotografíen con esteladas por delante o por detrás. Otra forma de ver las cosas.

Los políticos son diferentes. Allí estaban todos juntos, pero no revueltos. Rajoy y Puigdemont posaron otra vez. Más fotos para nada. Los ministros, el expresidente Zapatero y otros líderes habían viajado en un avión fletado por la casta, en el que finalmente no estuvo como pasajero Pablo Iglesias. Bueno, eso es normal. No iban a viajar desde Madrid a Barcelona haciendo auto stop. En las vísperas, Puigdemont afirmó que tiene 6.000 urnas preparadas. Unos guardias civiles declararon que los Mossos eran "una policía pequeña".

Ya nos hemos olvidado hasta de lo que pasó el 11-M de 2004 en Madrid. Es la amnesia histórica. Hablar de unidad contra el terrorismo en España suena a cinismo oportunista. Todo se queda en unos gestos y en la falsa apariencia. No tenemos miedo, pero algunas veces nos duele que en este país sólo existe la unidad para disimular la mala conciencia.

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