EA, se acaba la primera semana de septiembre. Y se acaba con más problemas de los que comenzó, como si los meses de verano no hubiesen sido más que un espejismo de tranquilidad y asueto. Aumenta el paro, con lo que todos los discursos sobre la recuperación y el cambio de signo de la situación, que nos dieron antes de las vacaciones, se van por el retrete. Aumentan los casos de gripe (como era de prever) y se acerca el otoño, con lo que aumentarán aún más. Confiemos que de una vez por todas los mensajes sean claros y en una dirección, que hasta ahora ha sido peor la confusión creada que la propia enfermedad. A mi amigo le hace gracia eso de que se prohibe que los alumnos de los institutos compartan barras de labio y cigarrillos. A ver si se enteran de que los chavales de esas edades comparten más fluidos que los de los cigarrillos y con peores consecuencias en muchas ocasiones que un simple resfriado, sin que nadie les hable adecuadamente de prevención.