Las empinadas cuestas

amparo / rubiales

Violencia invisible

LA semana del Día de la Mujer ha evidenciado, dolorosamente, lo que sigue siendo la situación de ésta en el mundo. El terrorismo machista ha asesinado aquí a 4 mujeres en dos días, pero, además, se constata que esta violencia asesina no es producto de un exceso momentáneo, sino consecuencia de la violencia de género que se ejerce con normalidad por una gran mayoría de la sociedad que permanece impasible y no reacciona ante las denuncias de las organizaciones feministas que soportan sin desmayo insultos de toda índole.

Algo nuevo ha acontecido: por primera vez, tenemos en la UE una encuesta sobre violencia de género, demostrativa de que el 22% de las mujeres europeas han sufrido, en silencio, violencia física o psíquica. Una de cada tres.

Han sorprendido estos datos en los que se explicita que en los países del norte, los más desarrollados, existen más mujeres que son conscientes de haber sufrido más violencia que las mujeres del sur, entre las que se encuentran las de España. Esta encuesta es tan impactante que va a necesitar de más de un análisis para desentrañarla y conocer todo lo que encierra; tenemos que reposar lo dicho por una encuestadora: "Las mujeres no están seguras ni en casa ni en el trabajo" y lo avalan con datos de un trabajo riguroso de más de tres años de esfuerzos.

Destaco algo que ha pasado desapercibido y que es también importante: esta encuesta se encarga por el Parlamento Europeo a la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE a iniciativa de España, en 2010, cuando ostentamos la Presidencia con el Gobierno del presidente Zapatero, a solicitud de su entonces secretaria de Estado de Igualdad, la andaluza Bibiana Aído.

Es necesario recordar que sólo un tercio de los países de la UE contabilizan, específicamente, los crímenes de violencia machista y pocos tienen una definición penal de ella; las estadísticas que aportan los pocos países que tienen datos al respecto no se pueden comparar entre sí por su diversidad. Nuestra ley es "un ejemplo efectivo que debe servir de inspiración política y cultural para toda la UE". En España tenemos instrumentos legales de los que, pese a los recortes del gobierno de Rajoy, carecen muchos de los más desarrollados países europeos.

No hay que olvidar esa otra violencia invisible que sufren las mujeres: salarial, doméstica, sentimental, con intentos de injerencia en la libertad de decidir sobre la maternidad. El machismo siempre mata.

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