La esquina

José Aguilar

jaguilar@grupojoly.com

Vox encarece sus 12 votos

Dos dudas sobre el forcejeo de estos días: cuánto subirá el precio del apoyo de Vox y si será en primera o segunda sesión

El órdago lanzado por Vox sobre el pacto de PP y Cs para hacer presidente de la Junta de Andalucía a Juanma Moreno tiene tanto de gesto político como de manifestación adolescente. Busca en la misma medida salir retratado en la foto del cambio y reafirmarse en una identidad diferenciada de los socios que van a gobernar con su apoyo.

Vamos con la adolescencia. Con su exigencia de vaciar de contenido la legislación contra la violencia machista y dejar sin presupuesto su aplicación, Vox ha firmado un manifiesto de autoafirmación ideológica haciendo ostentación de su rostro más áspero y su espíritu más cimarrón. Quizás ha elegido deliberadamente mal la materia de su exabrupto-reivindicación, porque sobre la violencia de género se ha construido uno de los consensos más firmes y amplios de la sociedad española y ni PP ni Ciudadanos se atreverían a romperlo si no es en detalles menores.

Se puede decir, en este sentido, que la ultraderecha venida arriba ha actuado, ahora que tiene 12 diputados, como actuaba cuando no tenía ninguno; es decir, con orgullo y sin bajarse del caballo. En su afán de enseñar músculo y visibilizar que sin ellos no hay mayoría absoluta para investir a Moreno ni estabilidad para que gobierne sin sobresaltos, Vox elude la obviedad de que después del 2-D es un partido parlamentario, integrado en el sistema y beneficiario de las instituciones (¿cómo, si no, ha metido al ex juez Serrano en la Mesa del Parlamento?), cuyos actos y posicionamientos tienen consecuencias. Sobre todo ha eludido la obviedad de que sus doce diputados constituyen la cuarta parte de la suma de sus socios. En puridad, su poder sólo les da para influir en la cuarta parte de la gobernación de la comunidad autónoma.

Creo que el ultimátum a medias de la derecha más intransigente se zanjará... transigiendo. Solamente dos dudas sobrevuelan el agónico forcejeo de los próximos días: cuánto de más sobre el precio de partida pagarán populares y ciudadanos por los doce votos de Vox y si este grupo respaldará a Moreno en la primera votación o en la segunda, según el nivel de concesiones conseguidas en este tiempo de tensión en el que Ciudadanos y Partido Popular están de los nervios, y el PSOE en estado de patética euforia.

Ni con toda la inconsciencia cimarrona del mundo se atreverá Vox a despilfarrar su aportación al cambio exigido por los andaluces. Más que nada por la alternativa a ese cambio: repetir las elecciones.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios