Cuarto de Muestras

Vuelta atrás

Nadie sabe explicar bien qué ha pasado

España siempre quiere volver atrás. No sé si es un problema de melancolía, de ignorancia o de tozudez. Pasó con Fernando VII, "El deseado", pese a ser el peor rey de nuestra historia. Luchamos contra la invasión francesa para acto seguido gritar "vivan las cadenas" cuando volvió el rey de su destierro. Dicen que, en su recibimiento, varios ciudadanos desengancharon los caballos de su carroza y tiraron de ella. Pasó con la guerra civil, la vuelta atrás más cruenta de la quizás aún nos estemos recuperando.

Pero murió Franco y todo parecía distinto. España, siempre enfrentada a sí misma, era capaz de entenderse y respetarse. La política era apoyada por la ciudadanía. No hace tanto tiempo. Recordad. Suarez podía prometer y prometía hasta que se quedó solo. Fraga hizo la transición a la derecha democrática y Carrillo hizo lo propio con la izquierda. Calvo Sotelo soportó un golpe de estado de los de antes, con militares y tanques por las calles y, un rey hoy denostado, se puso su uniforme para salvar a España del delirio de siempre: la vuelta atrás.

No sé cuándo perdió Suarez su memoria, cuándo la perdimos todos. Hubo un tiempo, hace apenas treinta años, en el que los españoles remamos todos a un solo viento y en una misma dirección. Algo insólito. Todos cedieron. Todas las ideologías convivieron y España entró en Europa y se modernizó. Parecíamos civilizados. Gobernó la izquierda y la derecha. Anguita y Sartorius eran comunistas de porte aristocrático que jamás hubieran sucumbido al capitalismo hortera.

Nadie sabe explicar bien qué ha pasado, qué ha sido lo que esta vez nos ha conducido a una nueva vuelta atrás. Unos dicen que la abundancia y el despilfarro, otros que la partitocracia. Los pesimistas invocan nuestra propia naturaleza quevedesca, pícara y delincuente. Los estudiosos hablan de falta de cultura democrática. Pero ahí están el resto de Europa y América con el rumbo perdido.

La explicación está siempre en los pequeños detalles. Marta Sánchez ha mirado para atrás y le ha puesto una letra cursi y emocionada al himno de España a lo Estrellita Castro cantando Suspiros de España en blanco y negro. Pablo Iglesias reclama su derecho a tener una casa hortera con retrete metido en una tinaja. A Belmonte le preguntaron cómo había podido llegar un banderillero suyo a Gobernador Civil de Huelva y él contestó rotundo: "Degenerando, degenerando". Pues en eso estamos y a eso volvemos.

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