En abril, declaraciones mil

ESTOS jueces trabajan hasta en Semana Santa, hay que ver. Durante los días de la Pasión, a la ex alcaldesa Pilar Sánchez la han citado a declarar por el caso del presunto fraude masivo en los cursos de formación en Andalucía. Muy poco tiempo después (como debe ser) de su paso por la comisaría provincial de Cádiz, Sánchez tendrá la oportunidad de explicar en un juzgado de la misma ciudad qué pasó con aquellos cursos de carnicería y panadería que se impartieron en Mercajerez entre 2010 y 2011 y que se investigan desde las oficinas de la juez Alaya. La ex alcaldesa ya ha adelantado que no tenía ni idea de lo que se hacía en esos cursos, naturalmente, como suele ocurrir con los alcaldes. La declaración será en abril.

Y también en este tiempo penitencial el juez Pablo Ruz, que no para ni aunque lo vayan a sustituir en la Audiencia Nacional, ha emitido otro auto relativo a la pieza separada del caso Gürtel que afecta al Ayuntamiento de Jerez durante el primer mandato de García-Pelayo por las adjudicaciones para las actividades de Fitur 2004 en Madrid. Tras la munición que le proporcionó el último informe de la Intervención General del Estado, que a su vez recibió mucha información de la UDEF, el juez ha empezado a citar a declarar -nos vemos en abril, como cantan Los Secretos- a técnicos municipales de entonces, al ex jefe de prensa de Javier Arenas y a los principales cabecillas de la trama, apellidos muy conocidos todos dentro del mundo de la corrupción política en nuestro país.

En abril, declaraciones mil. El mes que precede al de las elecciones municipales viene cargadito de comparecencias ante los tribunales de muchas personas, en calidad de imputadas -"investigadas" a partir de la última reforma- que sin duda van a dar mucho que hablar y darán para interpretaciones de todo tipo. Pilar Sánchez, suceda lo que suceda con lo de Mercajerez, tiene ya bastante encima después de su última condena, y el PSOE de Jerez carga con esa cruz desde hace tiempo, aunque ello no se haya notado en las últimas elecciones autonómicas, donde ha sido la fuerza más votada en la ciudad. Y lo de Gürtel, al paso que va, no tiene mucha pinta de estallarle en la cara a la actual alcaldesa antes de las elecciones municipales, aunque cualquiera sabe porque, como se ha visto, a los jueces les da por hacer su trabajo y, como tiene que ser, no conocen a nadie.

Dicho todo esto, que nadie piense que esta serie de imputaciones acabarán condicionando necesariamente el resultado de las elecciones del mes que viene. Los casos de corrupción, las denuncias, las irregularidades, los autos judiciales, etcétera, no terminan por cambiar el voto de muchas personas. Que se lo pregunten a Susana Díaz o al PP valenciano o madrileño. Sólo las condenas en firme, con los protagonistas ya fuera del tablero de juego, sirven para algo.

Y a veces ni eso.