La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Y ahora el cheque pensión

Pareciera que todo el Gobierno ha puesto en marcha la operación 'Salvad al soldado Gabilondo'

No pretendo frivolizar con la medida pero sí compartir lo que muchos estaremos pensando: ¿de verdad se puede permitir España darnos un cheque pensión de 12.060 euros por retrasar la jubilación? ¿No se suponía que la hucha de las pensiones estaba llena de telarañas? Si al final se pone en marcha el llamativo incentivo que acaba de anunciar el ministro Escrivá, ¿quiénes serán los privilegiados que comprobarán si funciona el experimento? No lo tildaré de ocurrencia pero el precedente del cheque bebé resulta poco esperanzador: los 2.500 euros por hijo no duraron ni tres años...

El problema lo tenemos todos (hay que asegurar la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones y elevar la edad real de jubilación) pero el desafío es del Gobierno y en un doble sentido: el estrictamente económico frente al político y con un complejo proceso tanto de gestión interna como de proyección pública.

Vayamos por partes. Lo primero que deberíamos saber es si el paquete de reformas de las pensiones que el titular de Seguridad Social esbozó el lunes en el Congreso es realmente viable, si se sostiene sobre el papel salmón de los economistas y si se ha planteado con la suficiente flexibilidad para lograr el respaldo de todos los agentes del Pacto de Toledo. Porque las primeras reacciones de los sindicatos han sido a la defensiva: no han entrado en la letra pequeña pero ya han criticado que Escrivá haya ido por libre con el anuncio. ¿Porque el plan hace aguas o porque les preocupa la foto?

El propio presidente del Gobierno defendió ayer el "consenso" en una nueva comparecencia pública (la tercera en una semana y la quinta en todo lo que llevamos de 2021) que tenía demasiado de sesgo electoral (la excusa era explicar el programa de inversiones que plantea España con los fondos europeos del Covid) y que acabó fagocitada por la implacable batalla del 4-M en Madrid. Ni plan de pensiones ni plan de recuperación, ¿se van a subir los impuestos sí o no?

Pareciera que todo el Ejecutivo haya activado la operación Salvad al soldado Gabilondo con la fatalidad de que todo apunta a que acabarán de funeral. Al candidato socialista le ha faltado jurar por sus hijos para intentar ganarse a los madrileños: "Ratifico y confirmo que permanece intacta mi palabra". ¿Cómo?

Da igual si hablamos de fiscalidad o de pensiones. El problema de fondo no es económico ni político sino de confianza; es que cada vez les creemos menos.

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