CATAVINO DE PAPEL

Manuel Ríos Ruiz

Cinco apuntes sueltos y de temas varios

UNO. Mi compadre El Miscelánea, que vive en Chipiona desde que se jubiló de Mercamadrid, futboleramente es un acérrimo madridista. Y de movistar a movistar me manifiesta su indignación con el presidente del Gobierno: "Yo no voto más al Partido Socialista mientras Zapatero sea el líder. En su entusiasmo por la victoria del Barcelona, sólo le faltó darle a Laporta un beso en la boca". Le observo que la condición de ser presidente del Gobierno, no lleva implícita la obligación de dejar de ser hincha turulato de un determinado equipo de fútbol, pero El Miscelánea insiste: "Pues, que tenga por seguro que su euforia saltarina por el triunfo del Barcelona en Roma, la que todo quisque vio por televisión, le va ha costar muy caro, carísimo. Sí, no se puede el presidente imaginar los miles de votos que ha perdido para siempre". Tengo que reconocerle su fantaseo y cambiar de conversación, hablar del tiempo, ese tema tan socorrido. DOS. "Amame, Primavera, en esta hora/ en que toco la seda de la tarde,/ en esta hora virgen que se escapa/ ven y enciende tu antorcha de perfumes/ en mis ojos que anhelan tu venida". Así termina el poema "Primavera" de Pablo García Baena. Lo he leído junto a otros de la misma temática, para glosarlos en una conferencia sobre poesía y primavera, y he mirado por la ventana: están creciendo los árboles. Ya es más grande el día. Paréceme como si la humanidad viviera en un mundo feliz. TRES. Hay que contarlo. De repente nos ha asaltado un gran interrogante, después de repasar por Internet media docena de periódicos del día. Y nos preguntamos cual es realmente la actitud del gentío ante la avalancha de acusaciones de corrupción entre los partidos políticos. Sí es verdad que los políticos comenten tamaños desafueros a medida local, autonómica o nacional, ¿con qué ánimo puede ir la población a votar el próximo día siete? No obstante, hay que sobreponerse y depositar la papeleta en la urna. Bueno, mejor dicho, que cada cual haga lo que le dicte su intelecto, porque no somos nadie para aconsejar a nadie, valga la redundancia, y punto, que nos estamos haciendo un lío. CUATRO. En el número uno de la revista "Hilos de araña", de Tarancón (Cuenca), nos encontramos una selección de aforismos del científico y escritor alemán Christoph Lichtenberg (1742-1799), y nos apetece transcribir y divulgar los siguientes: "En la Tierra no hay superficie más interesante que el rostro humano". "Carecemos de palabras para hablar con los tontos de sabiduría. Ya es sabio quien entiende a un sabio". "Cuando el espíritu se eleva el cuerpo se arrodilla". "Era un pensador tan minucioso que siempre veía un grano de arena antes que una casa". Y el más irónico de todos: "Era un hombre tan inteligente que ya no servía para nada". CINCO. ¿En los tiempos pasados los creadores de coplas y canciones tenían más ingenio que los actuales? Lo cierto es que le sacaban el máximo partido a la imaginación. He aquí una coplilla de antaño: "La naranja y el limón/ tuvieron una porfía,/ el limón que era mejor/ y la naranja decía:/ yo tengo mejor color".

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