Desde mi córner

Luis Carlos Peris

lcperis@diariodesevilla.es

Una ausencia que no puede alargarse

Plausible sensibilidad de la Federación con Luis Enrique, pero es extraño e inadecuado

Demostrado está que tiene poco que ver el cargo de seleccionador nacional con el de entrenador de club. El entrenador de club tiene un día a día continuado en el que intentar, conseguir a veces, darle al equipo el estilo que predica, marcarle el ADN propio. Luego vienen los resultados y si estos no salen a gusto del consumidor, finiquito al canto, cada uno en su casa y Dios en las de todos. Lo de seleccionador es otra cuestión bien distinta.

El seleccionador no tiene tiempo de inyectarle la idea propia a un grupo al que ve de habas a caracoles. Ni siquiera en la preparación de grandes acontecimientos cuenta con el tiempo mínimamente necesario, de ahí que la oración se vuelva pasiva. ¿Que cómo se cambia lo activo por pasivo? Pues eligiendo a los futbolistas que más cerca están de absorber las ideas del técnico, algo así como la elección de futbolistas en razón a la talla de borceguíes que hay en la utillería.

Esto viene a cuento de que la selección española anda en una aventura importante sin la presencia de su manijero. En estos dos partidos con Islas Feroe y Suecia para enfilar la Eurocopa, España se verá como se vio en Malta el 26 de marzo, sin el jefe en su banquillo. Puede que el cuerpo técnico de Luis Enrique esté sobradamente capacitado para cubrir la emergencia, pero de lo que no cabe la menor duda es que este estado de interinidad no debería prolongarse.

Por supuesto que la tecla a tocar por un seleccionador es la de seleccionar a los futbolistas y eso habrá sido obra de Luis Enrique, pero cierto es también que el ojo del amo engorda al caballo. Muy plausible por la Federación eximir al astur de su presencia por causas mayores que no se han hecho públicas, sí. Esperemos que lo de Islas Feroe rompa en trámite, lo habitual, y que se salde con éxito la cita con Suecia en Madrid. Pero esta situación no debe superar el verano.

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