Bienteveo

Andrés Luis Cañadas

Otorgan quienes callan

AFIRMA nuestro rico refranero “que quién calla, otorga” y en el diario ejercicio de la política española, en cualquier ámbito, se constata que de unos años a esta parte se cumple dicha máxima y el conjunto de nuestra sociedad permanece bastante pasivo ante el evidente deterioro de la llamada “clase” política y muchas de sus decisiones que a todos nos afectan y ante las cuales no se produce la menor reacción de la mayoría de los ciudadanos que parecen conformarse con acudir, de vez en cuando, a las urnas para decidir con su voto quienes gobiernan nuestra ciudad o nuestro país, aunque la realidad es que quienes finalmente lo deciden son los propios partidos con sus coaliciones nunca anunciadas previamente…

Y es que la ansiada y tantas veces reclamada reacción de la sociedad civil, coincidente con la grave crisis financiera global del 2008 provocada por la quiebra de la llamada burbuja inmobiliaria, se decantó entre nosotros particularmente con el nacimiento de los llamados populismos cuya finalidad ideológica no era otra - y así lo estamos comprobando - que acabar con el régimen que mayoritariamente nos habíamos otorgado los españoles con la aprobación de la vigente Constitución, propiciando por tanto la inhibición de la mayor parte de los ciudadanos y la peligrosa cesión, en manos de unos partidos y unos políticos, de las decisiones trascendentales para la conformación y consolidación de nuestra democracia; es decir, que de aquella reclamada reacción del conjunto de la sociedad se ha pasado, en la mayoría de los casos, a la cómoda postura que consagra el antiguo e hispano refrán…

Por eso nada puede extrañar que ocurran algunas de las cosas que ocurren ahora y tampoco que se tomen acuerdos que en sí mismos son una auténtica carga de profundidad contra el sistema político que, como queda ya dicho, nos dimos los españoles en 1978 y ante las que otorgamos con nuestro silencio y dejadez.

Otorgan quienes callan, en el ámbito local, cuando asisten impasibles a la política urbanística del alquitrán que atenta contra la histórica presencia del adoquinado de nuestras calles, cambiando su fisonomía en aras a la cómoda y masiva presencia de coches y autobuses y lo hacen también aquellos que nada tienen que decir sobre la falta de cuidado sobre bienes comunes que propicia desmantelamiento de lugares emblemáticos como “El Bosque”, convertido en una lamentable ruina después de haber sido durante años una referencia de Jerez, como lo hacen aquellos que con su silencio avalan, por ejemplo, que un ministro de España y alto cargo del principal partido del gobierno reciba en Barajas a una política venezolana y sus maletas; cuyo contenido nunca supimos; a pesar de tener prohibida su entrada en el territorio de la Unión Europea, que no alcen su voz también cuando nada menos que el cincuenta por ciento de los Jueces de nuestro país denuncian ante los organismos Comunitarios la injerencia del Gobierno en los órganos encargados de regir la Justicia, atentando contra el universal principio de la separación de poderes e igualmente quienes asisten impasibles a la aprobación de una innecesaria ley que consagra la eutanasia de la que encima algunos presumen que sitúa a España entre los seis únicos países del mundo que cuentan con norma similar, por citar tan solo algunos ejemplos…

Así que si usted es de los que ante semejantes desafueros permanece pasivo, callado, sepa que está otorgando su consentimiento para que nuestra democracia sea “más mala” - según la definición de Churchill - de lo que debiera y para que encima se anuncie subida de impuestos a pesar del claro deterioro de nuestra economía.

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