N style="text-transform:uppercase">uestro bosque, el bosque alcornocal está gravemente enfermo. Cada año, principalmente en otoño, cientos de árboles perecen, dándole al monte un aspecto de muerte y produciendo huecos en la masa arbórea. El alcornoque (Quercus suber) es junto al acebuche (Olea europea var sylvestris) u olivo salvaje, es el árbol más representativo de nuestra provincia y el más rentable desde el punto de vista económico. Poblaciones del extremo este de la provincia tienen una gran dependencia del alcornoque; bellotas, leña y sobre todo, corcho.

El corcho empezó a utilizarse al final del siglo XVIII como pieza fundamental para tapar vasijas y sobre todo botellas de vino. Ningún producto tiene las cualidades que tiene el corcho para mantener en óptimas condiciones el vino. La mano de obra que produce las faenas asociadas al descorche del árbol ayuda bastante a los pueblos en los que se hallan los principales alcornocales de Cádiz. Y todA una cultura popular entorno a nuestro protagonista enriquece el patrimonio secular del Parque Natural de los Alcornocales.

Pero el bosque se muere. Desde hace años, un fenómeno, "la seca", está haciendo agonizar gran parte de nuestro bosque primigenio. El cambio climático, descorches no bien realizados, envejecimiento de la masa, hongos… todos los factores se conjugan y el resultado es la existencia desoladora de árboles debilitados, sin vigor, cuando no muertos.

Para colmo no existe apenas regeneración. Los "brinzales", alcornoques nuevos y jóvenes que deben sustituir a las bajas producidas en el arbolado, brillan por su ausencia. El ganado vacuno doméstico, el salvaje, come los brotes tiernos de las bellotas germinadas, impidiendo su crecimiento. Últimamente, el cerdo asilvestrado ha aumentado su población geométricamente agravando más el problema.

Negros nubarrones se ciernen sobre el alcornocal. Nuestro bosque más emblemático está a punto de perecer. Hay tiempo para la esperanza, pero se requiere un esfuerzo de todos. Tantos miles de años junto a nosotros… no podemos abandonarlo.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios