CON MALA UVALa columna

Ana Pielfort

La bota de los turbiosFuera de contexto

Los Zambos, en la Expo de Zaragoza

Con un bonito encuentro entre familias gitanas de Barcelona, Madrid, Extremadura, Sevilla y Jerez, se celebró hace unos días en el Teatro de la Música de la Expo de Zaragoza, el 'Bautizo de la Vara de los Gitanos', un simpático acto cultural y flamenco. Sevilla estuvo muy bien representada por la familia de 'Los Farrucos' y Jerez por la familia de los Zambos con Joaquín y Enrique al frente, acompañados por la guitarra de Antonio Jero.

No parece que estén dando muy buen resultado que digamos los nuevos badenes que se están instalando en la ciudad. Al menos en la barriada de La Granja, donde ayer captó esta imagen MANUEL ARANDA, que muestra un badén destrozado por el paso de vehículos y 'apartado' junto al arcén por temor a males mayores. Ahora, a ver cuánto tardan en retirarlo.

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CUÁNTO me tranquilizan las palabras del presidente Zapatero! Es que habla como los amigos de verdad en los momentos difíciles: "que cuenten conmigo para poner en valor nuestras capacidades, para destacar nuestras fortalezas, y para saber movilizarlas mediante las medidas adecuadas".

Palabras que más que de amigo, podría decirse que son de hermano: "nos hemos empeñado, en estos años, en tomar medidas para integrar a quienes aún viven desconsolados, abandonados o desasistidos". Resulta alentador.

Yendo más lejos, dice: "confío absolutamente en nuestro país, confío por completo en los españoles, y confío plenamente en nuestras posibilidades". No queda lugar a dudas, el mandatario que deposita su confianza ciega de este modo en sus administrados, ya no es sólo un amigo, es casi un hermano, por no decir un padre. En los discursos de este verano, Zapatero, lo mismo nos protege, que nos advierte de los peligros existentes: "de aquellos que se regodean, quienes se dejan llevar por el fatalismo de este país, quienes dudan de nuestras posibilidades, quienes nos creen inevitablemente débiles en cuanto las cosas se tuercen". A estas alturas quizá les suene también esta otra cantinela: "que no cuenten conmigo para regodearse en las dificultades, ni siquiera en todas las que proceden (como ocurre en buena medida) de factores externos que no dependen en nada de nosotros". Y como para todo hay una explicación, uno acaba preguntándose a sí mismo: "¿pero es que alguien puede pretender que el presidente del Gobierno de España exprese menos confianza en la capacidad y el futuro de nuestra economía que quienes van a invertir aquÍ?".

Al extraer fragmentos de declaraciones y discursos, como en este caso, suelen aparecer opiniones para todos los gustos, acusándose por lo general una intencionalidad a la hora de seleccionar las palabras entrecomilladas. Pero, ¿qué pasa, como en este caso, cuando se ha sacado a la realidad de su contexto?

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