CON MALA UVAla columna

Bernardo Palomo

La bota de los turbiosSin solución de continuidad

Hoy es fiesta, pero no para los comercios, que cuentan hoy con uno de sus días más esperados: las rebajas postnavideñas. Y este año se espera que la campaña de rebajas venga a arreglar u n poco el descenso en las ventas durante las navidades. Muchas familias han preferido esperar al recorte de los precios para hacer sus compras y eso lo sabe el comercio, que no ha escatimado esfuerzos en reclamos publicitarios como los que se ven en esta tienda del centro (sobre el/la travesti de Gran Hermano) en la imagen captada por PASCUAL.

Por fin se han acabado estas fiestas nuestras tan entrañables. Les aseguro que, desgraciadamente, jamás se me olvidarán. Afortunadamente todo acabó y comienza una nueva etapa de expectación, o de lo que sea. Atrás quedaron atascos ciudadanos monumentales -sobre todo en la nueva gran superficie- a la búsqueda de ese regalito que está más barato en las tiendas del centro y, sobre todo, ya pasaron los otros atascos -sucesivas comilonas de empresa, familiares y de todos los tipos- y hasta el gran atasco de la cabalgata con su variopinto estilo de jugoso eclecticismo. Y como una cosa sucede a la otra, a esperar unas semanas, que tenemos uno de los Domingo de Ramos más tempranos de la historia. Esto no tiene solución y ya mismo gozaremos del azahar a flor de piel pregonera. Antes, tenderemos la oportunidad del chirigoteo carnavalesco -que en lo festivo y sin balón de por medio, no hay colores y, en eso Cádiz está más cerca que nunca-, incluidos dos domingos gastronómicos con erizás, hostionás y no sé cuantas onás más. Y de ahí a los ensayos por Tornería y Rafael Rivero que la primera ya mismo está en la Rotonda de los Casinos. Lo dicho una fiesta sucede a la otra y hay que aprovecharlas. Por cierto acordándome de lo que hemos tenido y de lo que vamos a tener -y no me refiero a los pasitos nocturnos, de esos ya tendrán ustedes noticias columnarias- este año por culpa de la luna de Nisán -la de dos eses hace propaganda a una marca de coches- dicen los graciosillos que los figurantes de la Cabalgata de Reyes, eran agrupaciones carnavalescas contratadas al efecto para ahorrarse un dinerito. Hay gente 'pa tó¡' -por el comentario, no por la posibilidad de que hubiera sido verdad-.

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