CON MALA UVALa columna

Ana Pielfort

La bota de los turbiosTarde de rebajas

El Domingo de Ramos se acerca inexorablemente. La prueba más palpable está en el hecho de que operarios de Infraestructura ya hayan empezado a colocar los primeros palcos y tribunas que jalonarán la Carrera Oficial durante la próxima Semana Mayor. Antes, llegará el Carnaval a las calles de Jerez, pero en previsión de lo 'temprano' que este año cae la Semana Santa mejor empezar con tiempo. Foto: PASCUAL.

LA joven se miraba en el espejo del probador. Estiraba las solapas de la chaqueta de raso comprobando un ajuste perfecto al talle. Ahora de frente, ahora de perfil. No había echado la cortina, de modo que cualquiera que en ese momento pasara frente a la tienda de la calle Larga, podía verla poniendo las caras que exhiben las estrellas del pop cuando saludan a sus admiradores. Tras plantar una última sonrisa, y despedirse de un público invisible, la dependienta se acercó al escaparate a contemplar la lluvia.

Aburrida, esperaba la llegada de clientas imaginarias. "Mire, todo está a mitad de precio"; "espere, que miro en el almacén"; "abrimos hasta las nueve"; "¿en efectivo o con tarjeta?". Mientras inventaba conversaciones, veía que las gotas, empujadas por el viento, formaban una cortina de agua que empapaba a los pocos paseantes que cruzaban el semáforo del Gallo Azul, y quienes, casi sin mirar, apuntaban, a diestro y siniestro, con paraguas criminales.

Al mal tiempo prosiguió una racha de aire que refrescaba la cara, pero no como acaricia una brisa marina. A diferencia de ésta, la corriente que atravesaba La Vega venía empapada de una sustancia inmunda que azotaba la nariz hasta provocar la náusea. Procedía de las carpas de pescado, y sobrevolando la tarde rebajada, golpeaba la respiración, como un cadáver golpea a un mar corrupto.

Se acercaba la hora de cierre, y en aquella tarde de rebajas, al centro de Jerez parecía que alguien, en cualquier esquina, a traición, le hubiera dado una puñalada. ¿Dónde está la gente? ¿A dónde han ido todos? La dependienta apagó las luces, bajó la reja, miró el móvil, y se marchó. Viéndola de lejos, me dio por suponer que de los cuatro puntos cardinales, tomaría como dirección el área Sur.

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