ES tremendo el esfuerzo que han hecho en la Consejería de Economía de la Junta para intentar convencer a la prensa y a los ciudadanos de que no ha sido su desidia y apatía la que ha impedido la implantación de BWI en la Bahía de Cádiz. Es un comportamiento idéntico al que mantuvieron en todo el proceso de negociación: no mostrar interés, hacer lo mínimo imprescindible, hasta el momento en el que todo se empieza a torcer.

Y esto es así cuando, tras percibir BWI la falta de interés en la Junta, comunica que no continúa con las negociaciones, porque no ve voluntad de superar los obstáculos propios de este tipo de transacción. Hasta ese momento, el señor viceconsejero ni se dignó contestar los emails que recibía. Pero, a partir de entonces, cartas, muchas cartas y correos, muchos correos, (porque lo importante eran las copias de las cartas y de los correos para poder enseñarlas después), aunque continuara con el mismo interés que antes. Es un poco como ese árbitro que ha estado hundiendo a un equipo y, cuando va perdiendo por goleada y queda poco para acabar, empieza a pitarle todo a favor, hasta lo que no es. Cualquier jugador puede dirigirse a él para decirle: "Haber hecho esto antes".

Desde el primer momento se supo la dificultad de la banda salarial. Pero eso fue un tema que negociamos aparte los sindicatos. La Junta, mientras, debería haber hecho sus tareas y así los interlocutores de BWI habrían percibido que tenía interés, en lugar de desidia. La idea que tuvo BWI fue que en ese proyecto solo estaban interesados los sindicatos de Delphi, y hasta se nos recriminó sutilmente, que los hubiéramos embarcado en esa negociación sin contar con apoyo real de la Junta.Tuvieron la sensación de que les habíamos hecho perder el tiempo. Por eso tomaron la primera decisión negativa muy pronto. Porque ellos saben que para superar los obstáculos que inevitablemente se presentan en un proyecto de esta envergadura, hace falta tener mucha voluntad y mucho interés. Y aquí no lo vieron.

Según comunicó la Junta a la prensa, las cartas y correos empiezan el mes de septiembre, como si antes no hubieran hecho falta. Dice el señor viceconsejero que antes "dio indicación expresa para que se analizaran infraestructuras, incentivos y servicios". Nos gustaría que el citado señor nos mostrara algún correo o escrito donde dio dichas indicaciones. Y si el día 4 de septiembre debuta con un escrito, según él, a un directivo de BWI, lo hace sencillamente porque el día anterior, Gerardo Urchaga, desesperado por su absentismo, le envía un correo recriminándole que la Junta no tiene interés en el proyecto. Y vuelve a escribir el señor viceconsejero el día 14, porque el mismo directivo de BWI le ha dicho, el día 10, que nombre un coordinador porque así no se puede continuar; y el día 13 le comunica que se suspende la reunión prevista porque falta la información que la Junta tiene que enviarles. ¡Siempre a remolque de los acontecimientos y solo cuando ya empieza a verlo perdido y que va a quedar muy mal!. Así podríamos continuar analizando toda su actuación. Pero no vale la pena; es demasiado evidente.

Solo nos queda trasladar al señor viceconsejero y al señor consejero (incorporado a última hora al teatrillo) nuestra preocupación por su salud, por el estrés que indudablemente deben haber sufrido. Esa actividad frenética de escritos y correos a la que, al parecer se han visto sometidos, debe haberles dejado afectados y agotados. Sobre todo, porque no están acostumbrados a hacer tantos esfuerzos por Cádiz.