Así podríamos definir en nuestra ‘España-Jeré’ a alguien que es testarudo, cabezota en la mejor de las acepciones. La otra sería decir que “la ignorancia es muy atrevida” pero no debería ser el caso. De esta forma nos referirnos a alguien que se centra sólo en su objetivo y no tiene en cuenta las circunstancias que le rodean. Quizás la base del problema radique en la falta de conocimiento y alcance de la decisión que se tome, o todo lo contrario. No se debe calificar, como hemos visto en varios comentarios en redes sociales, a quien toma la decisión como “un ignorante con poder” que compromete al resto de ciudadanos, no sería justo. Pero es cierto que pasa por alto la segunda parte del “Yo soy yo y mis circunstancias” (Ortega y Gasset). Quizás se haya quedado en “Yo soy yo… y eso es lo que hay”. Un nueva versión de aquel ensayista y filósofo madrileño. Me refiero a la litigiosa obra de la plaza Esteve.

Una obra que comenzó nuestro ayuntamiento y que tiene la postura en contra, legalmente justificada, de la Junta de Andalucía. La Junta argumenta que el adoquín es bien inmueble y no tiene la autorización de esta administración regional, necesaria para ejecutar la obra quitando el adoquín. Ahí tenemos la discusión en perjuicio de todos los jerezanos y de los comercios de la zona afectada. No importa el bien común, lo que importa es la peleíta política. “Tirar con pólvora ajena” es fácil, ¿verdad? Comercios que encima de la catastrófica situación generada por el confinamiento y la situación actual de merma absoluta de ingresos y en la actividad, se ven de nuevo gravemente perjudicados por esta situación político-urbanística. Así queda de manifiesto la ‘manía’ y obsesión de ‘tirar para delante’ sin calcular los daños a los jerezanos y jerezanas. Todo vale y nada importa en uno y otro bando político sin tener en cuenta a los que verdaderamente importan. Invocan leyes a destiempo y no calculan los daños que se les ocasiona a los jerezanos, al comercio y a la ciudad. Normas y requisitos que se deberían haber tramitado con carácter previo y no empezar una obra de este calado sin asegurarse la viabilidad y contar con la autorización de todas las administraciones que intervienen. Sobre todo cuando dentro de casa tienes informes en contra. No es de recibo, en los tiempos que corren, que una administración local –Urbanismo– que se dedica a tramitar licencias y exigir el cumplimiento de los requisitos para ello, que conoce –o debería conocerlos– mejor que nadie se vea envuelta en una situación así en la que le paren una obra por no cumplirlos.Es inquietante cuando menos. Posiblemente, imagino –en favor del responsable de Urbanismo en Jerez– que este señor lo tenga más claro que todos los que no apoyan incluso con argumentos legales de la Junta de Andalucía e informes en contra dentro de su propio equipo la viabilidad de la obra. Ahora bien, la obra la inició el Ayuntamiento de Jerez y es la Junta de Andalucía quien le obliga a pararla por los motivos legales que invocan. El Ayuntamiento es PSOE y la Junta de Andalucía es PP y Cs.

¿Estaríamos en la misma situación si el ayuntamiento fuera del mismo color político que la Junta de Andalucía? ¿Aprovecha la Junta el color político para perjudicar al PSOE y con ello a Jerez? Como siempre los perjudicados son los mismos en estas situaciones. Perjudicados que curiosamente son los que pagan los sueldos de los políticos que en vez de evitar perjuicios y faciliten, tengan como objetivo el bien general , hacen –al menos en este caso– todo lo contrario. Es como si a veces tuvieran la ignorancia de un adoquín y vaya usté condió.

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