al pie

/ Eugenio / Camacho / Facebook.com/eugenio.camacho

La cadena

SE me fue la cadena". Así justificaba el locutor argentino (permítanme que no le llame periodista), Atilio Costa, la lamentable intervención radiofónica tras consumarse el descenso de "su" River Plate, incitando claramente a la violencia e insultando gravemente a los dirigentes de los millonarios con exabruptos que me niego a reproducir por vergüenza ajena.

Los que ejercemos y amamos esta profesión y, al mismo tiempo, adoramos este deporte no podemos consentir que a diario se repitan casos como el del narrador de Radio Mitre.

Como lo malo abunda, los periodistas-hincha se han ido extendiendo peligrosamente como una mancha de aceite. Llenan horas de interminables tertulias radiofónicas y televisivas, incendian los foros camuflados cobardemente con pseudónimos y ensucian y pisotean la nobleza de un oficio que, espero que sin pretenderlo, ha acabado dando cobijo a aficionados radicales con tan poca preparación periodística como desmedido afán de protagonismo y notoriedad.

Pero no se equivoquen. No miren sólo a Buenos Aires, Madrid o Barcelona. Basta con asomarse por la zona de prensa de Chapín cualquier domingo de fútbol para darse de bruces con la cruda realidad y toparse con informadores locales y visitantes celebrando goles fuera de sí y luciendo pin, camiseta o bufanda (o las tres cosas a la vez) presumiendo de los años que llevan como abonados de "su" Xerez, "su" Las Palmas, "su" Cádiz o "su" Betis.

Posiblemente por la ausencia de una mínima preparación universitaria, no son capaces de medir la repercusión de un comentario dentro de un mundillo tan apasionante y apasionado como el fútbol. Y claro, luego pasa lo que pasa.

Hace años, un diario deportivo de tirada nacional tenía como máxima exigirle al redactor recién incorporado que se diera de baja como socio del club con el que simpatizase. Eran otros tiempos, pero más vale que reflexionemos porque a lo peor a alguien le da por tirar a menudo de la cadena y nos vamos todos a hacer puñetas.

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