A mí, como a todos ustedes, me están llenando el buzón de propaganda sobre productos que supuestamente debemos consumir en las próximas Navidades. Entre ellos están, cómo no, los juguetes. Pasando hojas de uno de esos catálogos, comencé a recordar juguetes y distracciones de mi infancia. Entre los que más me gustaron estaban las botas de fútbol, camisetas de equipos, algunas veces inexistentes, trenes que daban vueltas y vueltas, fuertes que nos trasladaban al lejano, entonces más que ahora, oeste y sobre todo mi camión rojo. Siempre fue mi preferido. Me lo regalaron en un cumpleaños. Recuerdo ir con mis padres a una de esas confiterías que abundaron en Jerez y que además de pastelería y chucherías de todo tipo tenían algunos juguetes (de esos que las tiendas de ropa de hoy llamarían Básicos) En ella, colgado de una barra, estaba mi camión. Era un camión de goma dura. Hecho de una sola pieza. No tenía motor, ni luces, nada de tecnología, ni siguiera alguna humilde pegatina, pero pasó conmigo horas y horas maravillosas. Transportó de una esquina a otra de la azotea de mi casa, grandiosas cantidades de arena imaginaria, toneladas de piedra y, por supuesto, a los obreros que realizarían todo tipo de construcciones. Allí viajaban en la más maravillosa armonía dos o tres soldados del séptimo de caballería, un indio con su arco que no soltaba nunca, y un pirata con pata de palo y parche en el ojo. Ellos construyeron y demolieron pirámides, puentes, palacios y todo lo que pasara por la imaginación de un niño inmensamente feliz. Hoy no tengo ni idea donde terminó aquel camión rojo que creía indestructible, pero sé que cumplió plenamente la misión para la que algún magnífico juguetero de entonces lo construyó. Mirando el inacabable catálogo me pregunto si los niños de hoy pueden disfrutar tanto con un juguete, y no sé la respuesta. Termino, querido lector, pidiéndole que haga un esfuerzo y recuerde como merece a su camión rojo. Porque todos tuvimos uno.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios