La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

Las campanadas de Ibai

En USA, los adolescentes cuestionan a los 'millennials': mejor el humor de TikTok que el postureo de Instagram

Lamento alimentar el monstruo. Pero es que Ibai Llanos se está convirtiendo en una especie de termómetro sobre los gustos, tendencias y excentricidades de los nuevos tiempos. Y de las nuevas generaciones. Y de todo eso nuevo que ya no lo es pero lo llamamos así porque nos sigue asombrando. Veo al comunicador vasco y, a muchos kilos de distancia, me recuerda a Ana Obregón estrenando modelo en el arranque de los veranos del destape.

La noticia esta semana es que Ibai va a repetir dando las campanadas en directo desde la Puerta del Sol. ¿Llevará capa? Imagino que el streamer querrá pulverizar el inesperado récord de audiencia que logró el año pasado en Twitch y seguir agrandando la fortuna que se ha montado explotándose a sí mismo y coqueteando en paraísos fiscales. Para su millonario desafío, ya tiene pareja: Ramón García. Dice el veterano periodista, hasta 16 veces ha protagonizado Nochevieja en la tele convencional, que hacen una buena "mezcla". Tanto que ya tienen medio atado recuperar juntos el Grand Prix. Otra "calentada".

¿Pero quién es Ibai Llanos? Da igual. Es una de las muchas hojas que pululan en el bosque. Los años pasan y cada vez más rápido. Ese es el verdadero punto de inflexión, la brecha creciente entre generaciones. De los Baby-boomers a los Millennials; de la Generación X a la Z. No es ninguna reflexión personal sobre el tempus fugit (aunque podría) sino la perplejidad ante los intensos efectos que la evolución tecnológica, como palanca de una inevitable transformación social, tiene sobre nuestro día a día. Apenas diez años de intervalo y ya parecemos extraterrestres.

En USA, TikTok acaba de dar el sorpasso a Instagram. Los adolescentes de entre 13 y 17 años (los Z) cuestionan a los millennials: humor frente a postureo; entretenimiento y positividad frente a "vidas perfectas impostadas e irreales".

No todo está perdido. Aunque estamos aprendiendo contra reloj que esto de las redes sociales tiene mucho de volátil, anima conocer el trasfondo de una elección u otra. Seguro que a todos nos gustaría descubrir valores más profundos de aprendizaje, conocimiento y hasta esfuerzo, pero promete esa crítica directa a la superficialidad. Lo pensaba este lunes leyendo un tuit de Luis García Montero: "Gracias por todo el cariño en la muerte de Almudena. Supongo que estar hundido es un modo de seguir enamorado y de empezar una nueva vida con el amor de siempre". No está grabado en ninguna lápida pero podría. No todo está perdido.

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