Carta del Obispo de Asidonia-Jerez

José Mazuelos Pérez

Os pido responsabilidad y fortaleza

Queridos fieles de la Diócesis de Asidonia-Jerez:

Las circunstancias que estamos viviendo con tanta rapidez y cambio, están haciendo que los que tenemos la responsabilidad pastoral de las almas, estemos, día a día, tomando decisiones según nos van llegando nuevas  informaciones sanitarias. Como sabéis, en estas circunstancias todos los fieles están dispensados de la asistencia a Misa, de ahí que he dejado a cada Párroco la libertad de discernir ante Dios, según las circunstancias de cada uno, qué medidas han de tomar en relación a la celebración de la Eucaristía y a la disponibilidad pastoral. No he querido dar ningún mandato de cierre de templos, teniendo en cuenta que la propia autoridad competente no ha prohibido “la asistencia a los lugares de culto y a las ceremonias religiosas”, siempre y cuando se cumplan las medidas pertinentes (cf. Art. 11 del RD).

Considero que la Iglesia debe seguir actuando como un “Hospital Espiritual de Urgencias” para poder atender a las personas que necesiten alguna atención espiritual y sacramental. Las puertas abiertas de nuestros templos quieren ser un signo de que Dios y la Iglesia están presentes en medio del pueblo que sufre y pasa por malos momentos. La Iglesia quiere ser el refugio de los que tienen el alma rota, consuelo para los enfermos y desvalidos, bálsamo para los que necesitan perdón y refugio de los más pobres y necesitados que siguen recibiendo la ayuda de Cáritas. La Iglesia sigue celebrando exequias por los difuntos, reza por ellos y acompaña a sus familiares. La Iglesia es también lugar donde se sigue celebrando la Eucaristía, incluso cuando la celebra el sacerdote sin pueblo, intercediendo ante Dios por la salvación de las almas y por la terminación de esta pandemia.  

Desde aquí os pido responsabilidad y fortaleza para que permanezcáis en vuestras casas y que sigáis las indicaciones que las autoridades sanitarias nos están dando. Aprovechad este tiempo, para que cada hogar cristiano se convierta en “Iglesia doméstica” donde oréis, leáis la Palabra de Dios y recuperéis costumbres maravillosas que el mundo ajetreado actual nos ha robado: el rosario, el ángelus, la oración de la mañana y no olvidaros la oración maravillosa a la Virgen que el Papa nos ha regalado. Usad la radio, la televisión, las plataformas digitales, que aunque no podrán nunca sustituir la riqueza del encuentro personal con el Señor, pueden ser medios que nos ayuden a sostener nuestra fe. Os pido que seáis generosos con todas las personas que lo necesiten y que estéis disponibles para ayudar a quienes estén pasando alguna necesidad en estos momentos. Quisiera que sólo acudierais a la Iglesia cuando tengáis una urgencia espiritual, mientras, quedaros en casa. Si os encontráis como aquel hombre medio muerto en medio del camino, acudid a vuestros sacerdotes, que como ministros del Buen Samaritano curarán las heridas con el aceite del consuelo y el vino de la esperanza. 

Invocando la protección del Señor y de María nuestra Madre, rezo por vosotros,

 

+ José Mazuelos Pérez

Obispo de Asidonia-Jerez

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