El caso Pemán

Pemán consideraba que la imprescindible herramienta de la crítica es preguntarse "por qué"

De NTRO de la campaña de Correos de 4 millones de euros por el Orgullo Gay, además de pintar los buzones y las furgonetas, han publicado un sello con los colores del evento. La Dirección General de Diversidad sexual y LGTBI lo ha celebrado con el siguiente tuit: «Tantos años de sellos de Franco, (¡Franco, Franco, Franco!), don Pelayo, bordados regionales, fauna salvaje o las murallas de Ávila. O Pemán. Toda una vida de sellos de España, de aquella España imposible».

Lo de las murallas ha caído fatal en Ávila y las protestas han hecho que la Dirección General se disculpe con los abulenses. También han rugido voces defendiendo a la fauna salvaje de su presunto franquismo.

No obstante, lo más llamativo del tuit está pasando en silencio: la mención de Pemán. No fue el único escritor al que se le dedicó un sello ni tampoco parece ser el que más lectores tenga hoy. ¿Por qué, entonces, escogen Pemán, con lo contadas que están las palabras en Twitter y lo largo y ancho que fue el franquismo? Este preguntarse por qué, por cierto, lo consideraba Pemán la suprema herramienta de la crítica. Así que va por usted, maestro. ¿Por qué?

Mi tesis es que esa aparición estelar de Pemán da la intención de todo el tuit y de toda la campaña. Obsérvese que, para justificar la alegría del Orgullo, se pega un salto de medio siglo más o menos, recurriendo nuevamente al "¡Franco, Franco, Franco!" La Dirección General de Diversidad sexual y LGTBI puentea casi cinco décadas de democracia. Esta es clave: en estos casos la verdad suele estar en lo que se esconde.

Del mismo modo que la celebración del Orgullo no va exactamente contra la homofobia, ya que la igualdad de derechos de todas las personas con cualquier tendencia sexual fue reconocida en la Constitución de 1978 en su artículo 14, el tuit del sello no va contra el franquismo. Qué va. Y lo demuestra esa extraña pero calculada elección de Pemán.

Hubo otros escritores con sello franquista, pero ninguno tiene el sello de haber empujado tanto hacia la transición monárquica y democrática como él. «En el pecado lleva la penitencia», subyace, pues, en el tuit de marras. Pemán no molesta exactamente por franquista o no sólo ni sobre todo. Si, gracias a la vela que le han dado a don José María en ese pretendido entierro, entendemos la jugada, será un último servicio que el generoso escritor gaditano prestará a su causa. Porque hay que verlos venir.

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