Tierra de nadie

alberto Núñez Seoane

'Los civiles' de la valla

Dentro del variopinto universo de las 'ONG', hay un mundo subterráneo, con sus cloacas y todo, en el que pululan todo tipo de 'organismos'. Como en cualquier otra actividad en la que intervenga el hombre, la avaricia, la mentira y la vanidad, en mayor o menor medida, son invitados obligados. Es lo que hay…, estas organizaciones no iban a ser una excepción.

Hay unas cuantas 'ONG', menos de las que debería, integradas por personas generosas, altruistas y solidarias, que regalan su tiempo, ofrecen su entusiasmo y entregan su ilusión a luchar desinteresadamente por los demás: ¡chapeau! Hay 'otras cuantas', más de las que debería, constituidas por gentes que, sin tener nada mejor que hacer, consumen sus días haciéndose creer lo que no son, pero no hacen daño a nadie… bueno, vale. Luego están las otras, muchas más de las que debiera, en la que los listos de turno se aprovechan de la desgracia de unos y la buena voluntad de otros. Amparados por una legislación insuficiente y permisiva, se dedican a conseguir recursos de los que vivir, dejando lo que sobra para seguir alimentando la teta que les suministra la leche de la que se alimentan, jugando, sin escrúpulo alguno y entre otras cosas, con los sentimientos ajenos.

Leo en 'Mediterráneo Digital' -y escucho en el telediario de varias cadenas de TV- la sentencia de la Audiencia Provincial de Málaga respecto a la denuncia presentada por varias 'ONG' contra la actuación de la Guardia Civil ante un intento de entrada masiva de inmigrantes ilegales =i-le-ga-les= en la frontera de Melilla, en octubre de 2014: confirma que la Benemérita "actuó conforme al protocolo por el que debe regirse la protección de nuestras fronteras". Se archiva la causa.

Resulta que lo que hicieron 'los civiles', según dictamina la Audiencia, fue "una acción proporcionada a la dimensión del problema suscitado por el intento de entrada ilegal" que "no puede sino calificarse como avalancha" debido a que fueron "asaltos coordinados y violentos protagonizados por un gran número de personas".

Y resulta, que respecto a "las pruebas" presentadas por "los ONG", el Juzgado dice: "Los vídeos difundidos en las redes sociales habían sido preparados al efecto, eliminando las imágenes que pudieran resultar comprometedoras al fin perseguido, que era precisamente el de mostrar una visión parcial e lo acaecido" ¿Ahora qué? Unos bocachanclas mercachifles manipulan vídeos, los presentan como "prueba" en una denuncia ante el Juzgado, para hacer creer que nuestras fuerzas de seguridad son los delincuentes en lugar de los verdaderos delincuentes que los patean y atacan con piedras, palos y cuchillos -los inmigrantes ilegales, son delincuentes-. Estos indeseables canallas, trileros de evidencias y manoseadores de la realidad, arremeten contra quien defiende la Ley, en lugar de contra quien la infringe, para defender inconfesables intereses.

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están, como todos, obligadas a cumplir la Ley; cuando esto no ocurre, hay que denunciarlo, como en cualquier otro caso, pero, si es ladino y miserable manipular pruebas para inculpar a quien sea por un delito que no cometió, hacerlo contra quien nos protege, vela por nuestra seguridad, nos presta ayuda cuando la necesitamos, defiende nuestra integridad territorial, detiene a delincuentes, mafiosos y terroristas, apaga los incendios que asolan nuestros montes, socorre accidentados, libera rehenes, previene atentados, rescata damnificados por todo tipo de catástrofes, proporciona ayuda humanitaria a los que sufren violencia, evita conflictos, encierra narcotraficantes, libera mujeres maltratadas o esclavizadas, encarcela piratas, recupera lo que te quitaron, te devuelve a quien se perdió y, en definitiva, salva vidas poniendo, y perdiendo a veces, la suya; esto, habría que calificarlo muy por debajo de las más hediondas cotas de lo mezquino, sórdido y execrable.

¿Y ahora, alguien va a disculparse, a pedir perdón, a restituir el daño causado a la imagen de unos hombres que sólo cumplieron con su deber? ¿Alguien va a castigar a los que mintieron, inventaron y manipularon o, como suele suceder en este país, todo quedará para "mañana": "hoy no… mañaaaana" -que diría José Mota-, que "aquí no ha pasao ná"?

Señores, todo tiene un límite. La libertad nada tiene que ver con el libertinaje, ni el desmadre con la democracia, ni los inmigrantes con los delincuentes, ni el derecho a informar y a la libertad de expresión con la manipulación. Un respeto para quien se deja la piel para que nos respeten, a pie de valla en Melilla, y muy lejos de ella también.

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