A contraluz

Manuel Pareja

El conflicto gibraltar

UN conflicto que tiene su origen hace 300 años, y desde que tengo memoria, cada poco renace, ocupa durante días portadas de todos los medios, y se apaga con el paso de las semanas, hasta la próxima ocasión. El cierre de la Verja, el submarino Tireless, son algunos que me vienen a la memoria, los conflictos de aguas territoriales, el contrabando y el paraíso fiscal, porque hay más empresas que habitantes. Como país no hemos tenido nunca una posición firme respecto al Peñón. Franco tuvo la Verja cerrada, no podía soñar con su recuperación, por su aislamiento, y a lo precario de su legitimación. En la Transición estábamos a otras cosas, y González y Aznar se ocuparon más del prestigio internacional, para que España se hiciera un hueco entre los países de primera; por eso no le tocaron las narices al amigo inglés. ZP fue un desastre, como en casi todo, y la empató dando a los llanitos estatus de soberanía. Ahora Rajoy, que maldita la gracia le hace abrir este melón, tiene un ministro de Exteriores al que le va la marcha en la Colonia. Los ingleses nos provocan con bloques de hormigón, apropiándose de nuestras aguas y chuleándonos con la Royal Navy otra vez. No deberíamos aguantar ni una más, salvaguardar el territorio marítimo, y enseñarle los dientes al inglés, que permite todas las fechorías en la Roca, pero sin tocar los morros de los siete mil españoles que trabajan allí, ni a los turistas, que esperan estos días largas colas, y menos aún esa excentricidad de las tasas. Que se deje el Gobierno de tonterías, y tome decisiones firmes, con nuestros barcos en los aledaños del Peñón y recuperando el aeropuerto; ya está bien de las vejaciones que aguanta a diario la Guardia Civil. Y que lo haga sin complejos; total, el PSOE se va a poner del lado del inglés, con tal de erosionar al PP. Como si lo viera.

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