Crónica personal

Pilar Cernuda

La contribución española

No tendría que sorprender que el presidente Hollande no haya hecho un llamamiento expreso a Mariano Rajoy para que España contribuya a la lucha contra el DAESH. No tendría por qué sorprender porque el presidente francés sabe perfectamente en qué consiste la contribución española, y lo que sorprende es que algunos dirigentes de la oposición, y también algunos medios de comunicación, no se hayan tomado la molestia de averiguar cuál es el papel que juega España en esa contienda que no tiene nada que ver con una guerra convencional, y por tanto no se visualiza contraponiendo un ejército contra otro, Estados Mayores que diseñan una estrategia bélica, y batallas aéreas, navales y terrestres. Por no ser una guerra convencional ni siquiera hay que luchar contra un país concreto, contra un Estado. Por mucho que le guste a los terroristas llamarse así, no conforman un Estado con un territorio propio, Constitución y los poderes propios de un Estado, ejecutivo, legislativo y judicial. Cuentan con un espacio conquistado a sangre y fuego, a cuya población han sometido asesinando a quienes no aceptaban sus imposiciones; disponen de milicias terroristas bien armadas y bien alimentadas, y algún día se exigirán responsabilidades a quienes las financian, que todo el mundo sabe quiénes son a pesar de que algunos de los que lo hacen pertenecen incluso a la Alianza que supuestamente tiene como objetivo la aniquilación de ese ejército terrorista que actúa en todo el mundo. España está en esa Alianza con los medios que le han solicitado, pero no participa en los bombardeos, decisión idéntica a la de otros países de nuestro entorno. Sin embargo su contribución importante va mucho más allá de aportar una fragata, entrenamiento a militares de ejércitos árabes, o ayuda tecnológica. España es uno de los países europeos que más información maneja sobre movimientos yihadistas, lo estamos viendo estos días en que se producen constantes detenciones en distintas regiones españolas, la última en Navarra, lo que demuestra el grado de conocimiento de los movimientos terroristas. Traslada a otros gobiernos la información que maneja sobre grupos que operan en sus respectivos países, y cuenta con expertos en la lucha contra el DAESH en zonas "calientes", como pueden ser los que forman parte del inmenso Sahel en África, o países musulmanes en los que hay más presencia de yihadistas, del DAESH o de formaciones afines. Si eso no es contribuir a la lucha contra los terroristas … Los bombardeos en Siria e Irak cumplen el objetivo de hacer ver al DAESH que no se va a tolerar no ya su expansión, sino que se asienten en un territorio que no es suyo y desde el que organizan atentados de brutalidad inusitada. Pero también se les daña persiguiéndolos sin cuartel allá donde se encuentran: entre nosotros, en ciudades europeas y no europeas en las que se camuflan haciendo creer que son personas absolutamente ajenas al terrorismo.

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