Aún cuando las zambombas programadas para ser ofrecidas en el Teatro Villamarta hubieron de ser pospuestas para 2021 –como ya se anticipaba debidamente en estas páginas- por motivos de todos conocidos, me gustaría echar la vista atrás y recordar algunas de las grandes citas vividas en dicho teatro.

Y ya que escribo sobre coplerío nochebueno, permítanme que me retrotraiga al año 1999 cuando el palco escénico de nuestro teatro recibía la embajada de mujeres y hombres de la peña Tío José de Paula para ofrecer la primera de las zambombas que han configurado la pequeña historia de las mismas en Villamarta hasta ser interrumpida en este 2020.

Fue la noche del 17 de diciembre del año citado, con lleno hasta la bandera cuando se ofreció un espectáculo tan riguroso en su primera mitad como espontáneo en la segunda. A la manera de una coral bien avenida se entonaron en principio villancicos tradicionales y, ya en la segunda parte, el escenario, convertido en un patio de vecindad sirvió para la convivencia, para el encuentro y el reencuentro entre vecinos. Al final, la fiesta contó entre otras con dos colaboraciones tan extraordinarias como espontáneas: las de José Mercé y Antonio “El Pipa”. La guitarra la puso de principio a fin Fernando Moreno. Juan de la Plata tituló su información aparecida el día 19 en Diario de Jerez de la siguiente forma: “La madre de todas las zambombas”.

Fue todo un descubrimiento, un filón abierto por la de Tío José. Dicha entidad, a la sazón presidida por el recordado Ángel Morán González, volvería a repetir con distinto montaje –reproducción del local que ocupaba entonces, el número 11 de la calle Merced- y con las intervenciones especiales de Juan Moneo “El Torta” y “Chiquetete”, amén de las siempre destacas de Curro de la Morena, Ángel Vargas, Joaquín “El Zambo” y un larguísimo etcétera de hombres y mujeres que han dado jornadas de gloria flamenca a la entidad santiaguera. En ambas ocasiones tuve el placer del ser el responsable tanto de la dirección como de la presentación. Como así mismo lo fui con la peña flamenca Buena Gente en 2003 –guitarrista Manuel Lozano “El Carbonero”- y con la asociación cultural “Los Juncales” y peña “Los 13” el 15 de diciembre de 2006 el musical navideño –se omite el término zambomba aún cuando el resultado fuera el mismo- titulado “De Nueva York a Jerez” creado por el siempre recordado Antonio Gallardo en colaboración con su hijo José, éste último, director musical al tiempo de dicho espectáculo en el que tomó parte la actriz Milagros Pacheco y las hermanas Mibe y Rocío Vargas rindieron un emotivo homenaje póstumo a su padre, José Vargas “El Mono” , cantando un tema con el que él supo siempre conquistar al público –como lo hicieron sus hijas-, titulado “El cocherito lerén”. Las guitarras las pusieron “Moraíto” y José Gálvez. Como cierre apoteósico se interpretó “De tu carita divina”.

Me he referido casi al comienzo sobre la pequeña historia de las zambombas en el Teatro Villamarta aún cuando lo expuesto hasta ahora haya quedado reducido a aquellos encuentros en los que directamente tomé parte ya que, la reseña de cuantas zambombas han configurado esa historia –pequeña en el tiempo pero grande en su calidad artística-, sería de una amplitud tal que, su exposición cronológica sin duda me haría caer en el error, omitiendo sin proponérmelo nombres de artistas participantes y entidades organizadoras de su ofrecimiento. Baste anotar que, la práctica totalidad de las entidades flamencas y alguna hermandad han sido protagonistas desde 1999 hasta 2019, dando forma y consistencia a algo tan nuestro como son las zambombas que suelen cerrar cada año el ciclo flamenco en Jerez. Por último quiero agradecer la ayuda prestada por Ana María Tenorio y Antonio Heredia para la recopilación de datos que quizá en otra ocasión, al volver sobre el tema pueda reseñar.