El pasado jueves, Manolo Romero Bejarano ofreció una interesante conferencia sobre la Cartuja en la casa de hermandad de la Defensión. Fue todo una disertación sobre el origen y la fundación de este cenobio, la construcción del mismo, la vida interior de los monjes cartujanos, el gran tiempo de esplendor que vivió, su declive hasta llegar a la ruina y su actual gestión por parte de las Hermanas de Belén.

Tras la disertación, algunos minutos de charla y la presencia de Juan Sánchez Mesa ‘Juanele’ con el que estuve conversando algunos minutos. Me llamó mucho la atención del interés archivístico de este conocido cofrade jerezano. Guarda todo tipo de recortes de periódicos relacionados con los grandes acontecimientos cofrades de la ciudad desde la mitad del siglo pasado hasta el presente. Le dije a ‘Juanele’ que el asunto bien merecía un buen reportaje. Cosa que haremos cuando lleguen estos días de Cuaresma y en esta redacción cofrade sobre el papel por todos los sitios. Así que públicamente me comprometo a acudir un día a casa del cofrade y tomar la foto de su elegante figura rodeado de recortes.

Muchas veces parece que uno escribe apenas para nadie y encontrarse con personas de buen agrado como ‘Juanele’ le pone en la situación de la trascendencia de lo que queda escrito en un periódico. Somos notarios de lo que ocurre mientras oficiamos de cronistas de las cofradías, y no somos conscientes de la importancia. Tan solo nos preocupamos de lo que tenemos que escribir mañana y nunca miramos a lo que escribimos ayer.

Son recuerdos cofrades que forman parte de una documentación que hoy en día vale su precio en oro. Y lo tiene el bueno de ‘Juanele’ en su casa. Pero el archivo y los recortes de periódicos no se queda solamente ahí. Con la recopilación de lo que ocurrió en épocas pretéritas sabemos del pasado. Y el pasado, nos ilumina para comprender el presente y para acercarnos en nuestras predicciones de lo que será el futuro. No cabe la menor duda de que el guarda haya. Ya lo decía mi abuelo. Y cuánta razón llevaba. Por eso, ‘Juanele’, lo guarda todo. Por si hay que echar mano.