Punto de vista

José Ramón del Río

jdel35@hotmail.com

El cupo vasco

Fue la Constitución la que restableció el régimen de privilegio de Vizcaya y Guipúzcoa que había derogado la dictadura

Los comentarios sobre la rebaja del cupo vasco, que ha permitido que se empaten las votaciones para que no prosperen las enmiendas a la totalidad de los presupuestos presentados por el Gobierno, no han sido favorables. La alternativa era la derrota de los presupuestos y, en tal caso, al Gobierno no le quedaba otra opción que disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones. Nadie con buen sentido podría desear esa opción que habría supuesto la paralización de la recuperación económica, que, por muy incipiente que sea y por muy casual que se considere, no deja de sentirse. Los números, que son tozudos, dicen que el empleo se incrementa y, como consecuencia, las altas en la Seguridad Social. Quizás, no sea "empleo de calidad" al decir de los sindicatos, pero comencemos por empleo, a secas, y olvidemos, de momento, los adjetivos.

Como decía, para sacar adelante los presupuestos ha hecho falta rebajar el cupo vasco, que puede suponer, como dicen algunos, hacer más ricos a los ricos. Asombra la falta de rigor de algunos comentarios y, aunque yo no presumo de ser experto en la materia, sé lo suficiente para saber qué es la cantidad que debe pagar el País Vasco por las competencias que presta el Estado y que no se le han transferido, como son la Defensa, la representación diplomática en el exterior, Congreso, Senado, infraestructuras, Casa Real, etc. Se supone que al País vasco le corresponde el 6,24% del gasto total por estos conceptos. Distinto del cupo, es el concierto económico, del que disfruta, además del País Vasco, Navarra. El concierto, fue un privilegio que se inicia, después de la tercera guerra carlista, herencia de los fueros y se mantuvo para el País Vasco hasta el fin de la Guerra Civil; sólo Álava y Navarra lo conservaron por haber estado al lado del vencedor.

Fue la Constitución española la que restableció el régimen de privilegio que para Vizcaya y Guipúzcoa había derogado la dictadura. Y esto lo respaldamos todos los españoles que votamos la Constitución española de 1978. No fue ocurrencia de ninguna opción política en particular. Todos los gobiernos de la democracia, UCD, PSOE y PP, cuando no alcanzaban mayoría absoluta en las elecciones lo remediaban con un pacto de gobierno con el partido que tenía los votos en el País Vaco, o sea el PNV. Unas veces salió muy caro, otras más barato, pero siempre ha sido un factor de desigualdad que favorecía al supuestamente más rico o menos necesitado. ¿Hay remedio para esto? En Andalucía hubo un partido andalucista, que se equivocó, según mi opinión, siendo exclusivamente de izquierdas. Quizás, más centrado, hubiera podido jugar su papel.

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