Se habla mucho estos días de la vuelta al cole de los alumnos y profesores, con las lógicas incertidumbres de estos tiempos de pandemia, pero poco del regreso al curso político. Tal vez porque los ciudadanos han aprendido a valorar unas cosas más que otras en estos últimos meses y porque, en general, existe una sensación de que los responsables públicos no han sabido estar a la altura de unos acontecimientos que, ciertamente, nos han superado a todos.

Y cada vez que vemos a los políticos peleándose por esto o por lo de más allá, con la que está cayendo -y la que puede seguir cayendo-, los sentimos aún mucho más lejanos de lo que estaban ya de la sociedad.

El curso de los políticos va a estar marcado, por tanto, por la crisis sanitaria. Desde el ministro que hablará de las vacunas hasta un concejal que tiene que dar la cara ante sus vecinos por unas ayudas o un problema con la desinfección de un colegio. Cada uno en su ámbito, políticos de todo signo se van a enfrentar al curso más difícil de las últimas décadas, con escasez de recursos y muchas limitaciones para organizar actividades que redunden en el plano económico, cultural o social.

En Jerez nos encontramos un panorama que no es muy diferente al de muchas ciudades. Tras un verano que ha pasado con una notable merma en la actividad turística, llegan meses que tradicionalmente, dada la estacionalidad, son aún más bajos. A nuestros responsables públicos corresponde ayudar en todo lo posible a los proyectos que se mantienen en pie, dando facilidades a los que quieran ponerse en marcha y creando condiciones para los que estén por llegar. Sí, y las obras en el centro seguirán dando que hablar porque en el verano no han ido lo rápido que deberían por el enfrentamiento institucional Junta-Ayuntamiento, que va para toda la legislatura por intereses de PP y PSOE.

La alcaldesa Mamen Sánchez sigue manteniendo su perfil de persona inalterable, cada vez más institucional, con un equipo en el que, salvo José Antonio Díaz, a quien ha tocado el papel de 'poli malo', la moderación es el signo del discurso y la gestión. En el PP, Antonio Saldaña se enfrenta también a su curso más difícil tras el incidente de tráfico en el que se vio envuelto. Ejerce de portavoz en la práctica aunque no es un secreto que su partido no le permite tomar posesión del cargo y cobrar por ello. Para alimentar más esta extraña y anómala situación, Saldaña ha abierto un despacho de abogados. La sensación de interinidad en el PP jerezano se acentúa y todo ello redunda en la sensación de seguridad que se aprecia entre los socialistas. El PSOE es sabedor de que en situaciones límite contará con el apoyo de Adelante Jerez y de Ganemos, dos formaciones que en este curso también tendrán que marcar sus estrategias y arreglar, en el caso de la primera, sus problemas internos. Ciudadanos vuelve al 'cole' mirando de reojo el posible acuerdo de la jerezana Arrimadas con Pedro Sánchez para los Presupuestos, lo que puede influir en su política local, ahora muy crítica con el PSOE. Y un nuevo actor se suma a la clase, Vox, que parece haber encontrado rostro y estructura en Jerez después de mucho tiempo.