Yendo al grano

Víctor Cantero

¿Cómo demostrar?

LO indemostrable. Este es el dilema con el que se enfrentan las decenas de familias jerezanas que lo han perdido todo en las recientes y reiteradas inundaciones de las últimas semanas, las cuales han afectado de forma espacial a las barriadas rurales. Una vez abierta la Oficina Municipal de atención a los damnificados, ahora resulta que para colmo de males, los afectados por los desastres de las crecidas del Guadalete tienen que demostrar, escrituras en mano que las casas echadas a perder son de su propiedad, y con facturas, nunca archivadas, que el frigorífico, la nevera o el televisor que se llevó la riada son suyos. Este es el colmo de la papelocracia….pues tras lustros de ocupar una parcela en propiedad, y cuando el temporal ha arrasado con todo lo habido fuera y dentro de las viviendas, ahora hay que demostrar de forma efectiva la cuantía de los daños causados, papeles en mano. Entiendo que los técnicos municipales no den abasto por la cantidad de inspecciones que sobre el terreno deben realizar, pero después de tamaña desgracia no es de recibo que se tenga que probar la magnitud de daños tan evidentes.

Justa ha sido la repercusión mediática que las inundaciones han despertado en todos los medios de comunicación, pues en los últimos días ha salido Jerez en todos los informativos bastantes más veces que en un buen número de años. Y claro, tanto nombrar a nuestra ciudad, por motivos no deseados, provocó la visita de nuestros políticos. Tanto el presidente Griñán como el ministro Rubalcaba han tomado buena nota de la magnitud de los desastres. Pero con hacerse la foto no es suficiente, así que a ver si las ayudas aprobadas en reciente Consejo de Ministros llegan pronto para socorrer a los afectados. Y es cierto que acabará escampando y que el agua se puede achicar, pero lo más difícil es resarcir de sus pérdidas a quienes se han quedado sin nada. No es el momento de repartir culpas, es la hora de volcarse con nuestros vecinos. ¿Quién pesaba que algo así iba a ocurrir? Nadie se acuerda de la crecida anterior hasta que llega la siguiente. Es tiempo de hacer balance y de poner remedio para que los males no se vuelvan a repetir. Un remedio que pasa por reparar las infraestructuras dañadas y por evitar que se siga construyendo en zonas de tan alto riesgo.

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