J. M. Marqués Perales

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La derechita cobarde de Vox

Abascal no se atreve a decir que no le gusta la Constitución del consenso, se esconde tras otra máscara

El término ha entrado en desuso, pero en los años setenta se empleaba bastante. Apolítico. Eran apolíticas casi todas las personas de derechas y que recurrían a esa neutralidad militante por temor a declararse situada en un brazo político muy desprestigiado. La revolución cultural del Mayo francés, la repulsa a las dictaduras militares del Cono americano, la Transición española como superación del franquismo y el influjo soviético sobre las democracias occidentales aplastaron a la derecha hasta un subterráneo vergonzante, de ahí el éxito de Vox de llamar derechita cobarde a quienes, sin embargo, eran víctimas mudas de una espiral de silencio. Se era de centro, democratacristiano o liberal, pero nadie admitía ser de derechas, ni siquiera el PP, que era la casa común de todos los que no eran de izquierdas.

Santiago Abascal saca pecho, como el macho de la avutarda, pero no es nada claro, ahora es él quien se esconde detrás de subterfugios vergonzantes. El líder de Vox ha mostrado este 6 de diciembre lo poco que le gusta esta Constitución, aunque ha querido esconder su rechazo detrás de otro velo. Faltó a la conmemoración, como los independentistas vascos y catalanes, ERC y Bildu incluidos, con el argumento de que esa fiesta es un "consenso progre". No se fijen en el adjetivo, sino el sustantivo, porque lo que no le gusta a Vox es el consenso, prefiere el disenso, que es lo que Donald Trump y Viktor Orban han inoculado en las sociedades norteamericanas y húgaras. Es más, esta Constitución, a diferencia de todas las demás que se han aprobado en España desde el siglo XIX es de todos, no contra nadie, de ahí que también se le haya llamado la Constitución del consenso.

La carta magna consagra dos pluralidades,la política y la territorial, y a la segunda se opone de modo militante.

A Vox no le gustan que se le llame antieuropeo, por eso se ha inventado el término globalista, porque no quieren enfrentarse a una contradicción que es evidente. Porque, si como defiende Macarena Olona, lo que los agricultores y obreros necesitan es más "patria", ya nos contarán la probable candidata cómo Andalucía, que es una región claramente exportadora desde la Bética, va a vender sus productos si desde aquí ponemos barreras a los fuereños. Sí, el concepto de patria de Vox nos lleva a los aranceles.

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