Desde mi córner

Luis Carlos Peris

Qué derroche mediático por una simple expulsión

CREO que la expulsión de Cristiano la otra noche en San Mamés no fue justa y que el árbitro se pasó varios pueblos. Sin duda, la presión de la Catedral, que es tremenda, influyó en la decisión de Ayza, pues lo cierto es que si el portugués fue enviado a la ducha antes de tiempo debió ir acompañado del ridículo simulador Gurpegui y de Iturraspe, que llegó a la escena de autos con un aspecto de camorrista tremebundo.

Dicho lo cual, si ridícula fue la actitud de Gurpegui más ridícula aún es la explosión mediática que ha acarreado tan injusta exclusión del juego. Ríos de tinta y cataratas de verborrea vacua y sin sentido han inundado páginas y ondas para que los españolitos nos demos cuenta una vez más de que sólo importa lo que se cuece en la olla de los dos grandes. Y en qué mal lugar queda el periodismo si comparamos lo que se escribe en Barcelona y lo que se vierte en Madrid.

Afortunadamente, esos imanes de la información que son Madrid y Barça no sufren demasiados desajustes arbitrales, con lo que esta eclosión de ridiculeces sucede de vez en cuando. Me refiero, claro está, a lo de las expulsiones, no a que vayamos a librarnos de tal empacho mediático en ningún día de nuestras vidas. Mi pregunta de siempre. ¿Madrid y Barça salen tanto por lo grandes que son o son grandes por la enorme cantidad de publicidad que les arropa?

Qué manera de presionar a los comités disciplinarios y qué forma de coaccionar a los árbitros. Pero es que lo más sangrante de tamaña profusión de mendacidades es que haya gente del Madrid, periodistas más que nada, que hable de campaña arbitral en contra del equipo merengue. Se siente vergüenza ajena viendo cómo se clama contra algo que nunca existió, existe, ni existirá mientras este fútbol nuestro se mueva bajo los parámetros de siempre, los de toda su vida.

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