Programación Guía completa del Gran Premio de Motociclismo en Jerez

J. M. Marqués Perales

jmmarques@diariodecadiz.com

Hay más dinero, y hace falta tiempo

El SAS ha mejorado su financiación, tiene más personal e inversión, pero la sanidad no es una carretera que se acaba con euros

La sexta ola del Covid ha caído de modo torrencial sobre la Atención Primaria, que ya venía siendo el servicio más tensionado de la sanidad pública desde hacía muchos años. A la avalancha de consultas y comunicaciones provocadas por el Covid se han sumado otros factores que aumentan la sensación de colapso, como que haya que guardar cola en los exteriores, porque no se puede esperar dentro de los centros de salud, o que Salud Responde sea un servicio telefónico que no ha funcionado bien. La duda es si otra sanidad pública distinta o gestionado por otros gobiernos hubiera resistido mejor este último coletazo de la pandemia, y la respuesta es que no hay grandes diferencias entre comunidades, ni siquiera entre los países más avanzados, donde se han producido de modo periódico cuellos de botellas.

El PP llegó al Gobierno andaluz sin un concepto claro sobre la sanidad pública, se perdía en las discusiones ideológicas sobre la participación privada, que es un terreno abonado a la demagogia, pero la pandemia le ha ofrecido una licenciatura a las bravas y cierta reconciliación con el SAS. La mejora de las inversiones es incuestionable. Juanma Moreno tiene razón cuando sostiene, como lo hizo en Cádiz el lunes pasado, que todos los ratios han mejorado: ha aumentado el gasto por habitante, el número de personas contratadas y la cifra de inversión. El último Gobierno de Susana Díaz no pudo solventar el déficit de financiación que dejó la crisis que comenzó en 2008, y su error fue no admitir esta realidad, sino culpar al PP de alentar la protesta para desprestigiar a la pública y que ganase la sanidad privada.

El SAS tiene ahora 125.000 empleados cuando en 2019 apenas alcanzaba los 95.000; los contratos laborales duran seis meses a excepción de los que cubren las bajas, y se han invertido en obras nuevas y de mejora 1.090 millones de euros en estos tres años. Claro, que la sanidad pública no es una autovía que se solucione y se acabe sólo con euros, pero ayuda y, en cualquier caso, no hay una voluntad de arrinconarla ni de dejarla como un pecio para que otros lo aprovechen.

Juanma Moreno haría mal si creyese que el malestar que se ha generado en estos dos últimos meses es un invento de la oposición socialista y de los sindicatos, hay razones para estar preocupados y debe contar con que buena parte de la campaña electoral girará en torno a ello. O no. Ómicron es menos dañina que Delta, aunque es más efectiva para infectar, y es posible que en cuatro semanas hayamos alcanzado un nuevo valle, será entonces cuando tengamos que hacer una revisión.

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