¡Válgame Dios! La que está liando el bichito este coronavirus. Desde que yo tenía doce años no comía en mi casa todos los días de una misma semana. La ‘última cena” que disfruté con amigos fue el fatídico viernes 13 pasado y ya me parece que ha pasado un siglo. Aún así, estoy bien de verdad, no me pasa nada (autoengaño).

No nos dimos cuenta y teníamos al ‘bicho’ encima. Este virus ha cambiado muchos hábitos de costumbre de un día para otro. Es admirable la capacidad de reacción de la población -excepto los taraos que no se enteran-. El primero de ellos ‘El Coleta’ dando el peor de los ejemplos que puede dar un gobernante. Se ha saltado la cuarentena porque le puede más el afán de protagonismo que la responsabilidad. En un mes escaso desde que entró en el Gobierno consiguió su objetivo: ver los supermercados en España sin alimentos en sus estanterías y lineales. ¡Todo un crack! Sólo le deseo que tenga salud él y su familia pero que se vaya para su casa… para siempre.

Cuando en China estaban imponiendo el confinamiento de millones de personas –sabe Dios cuánto tiempo llevaban ocultándolo– aquí lo veíamos como algo lejano y en menos que canta un gallo estábamos todos confinados en casita. Esto sí que es ‘viral’, ahora sí que podemos sufrir en nuestras carnes el significado de ‘viral’. Que el Gobierno ha estado lento, seguramente sí.

Todo el mundo no sabe actuar con un país como España encima de su espalda. Le pasarán factura la manifestación del 8 de marzo y haber ignorado lo que se venía encima. Hay que ser muy bueno para verlo venir y aquí estamos pagando una cuota muy alta de repercusión negativa. Menos mal que están reaccionando tarde pero bien.

Por por otro lado, demos gracias a Dios que no tenemos al muchacho este Boris con apellido de champú. Sí, el de Reino Unido, ese que se lleva el premio de haber expuesto a la población al antojo maligno del coronavirus. La gente de Jerez, mi Jerez estamos reaccionando muy bien con reconocimiento incluído de la UME. Estos militares se sorprendieron muy positivamente cuando llegaron a Jerez hace unos días y observaron la buena respuesta de nuestra población.

Yo creo que el secreto está en que el que menos tiene una o dos cajitas de vino de Jerez bien resguardadas que están sirviendo para retenernos en casa disfrutando de la familia y de estos momentos que nos ‘brinda’ el coronavirus. Algo bueno tiene esta situación y es el recogimiento familiar que hacía mucho tiempo que los que hacemos nuestra vida y trabajo en la calle no disfrutábamos (autoengaño otra vez, jajajaj).

De verdad que lo estoy pasando peor que mi buen amigo y venenciador Jesús Rubiales, que lleva una semana sin poder dar un abrazo. Estoy convencido de que la única persona que estará contenta en estos momentos será la chica esta Greta Thunberg porque la contaminación es mínima. Ahora para nosotros el hogar y la familia es nuestra prioridad, que tampoco está mal ¿verdad? De esta pesadilla saldremos victoriosos.

¡¡Viva Jerez!! #YOMEQUEDOENCASA ¡Y vaya usté condió!