Lo divertido une

Parece que la política nos está desuniendo, pero el entretenimiento, como la cerveza, aún nos une

No hay medio, ni actividad, que esté más escrutada y estudiada que la audiencia de las televisiones. Cada día, a eso de las ocho de la mañana, los principales directivos de canales y productoras implicados en el sector audiovisual reciben un detallado informe con los resultados obtenidos por todos los programas que se emitieron el día anterior minuto a minuto y por los principales targets en cuanto a sexo, edad y hábitat. Es decir, en menos de 24 horas desde la emisión de un determinado programa, se sabe a modo de ejemplo, cuánta gente de más de 64 años, de clase media, lo vio en las poblaciones de más de 50.000 habitantes de una determinada autonomía. Y así diariamente y desde hace muchos años, con lo que hay datos sobrados para analizar las evoluciones que se van produciendo. Ahora que está a punto de comenzar una nueva temporada que se prevé trepidante por la pugna, más igualada que nunca en lo que respecta a las audiencias, entre Mediaset (líder inequívoco de todo lo que llevamos de siglo) y Atresmedia, que con su mejoría acecha el liderato, quisiera detenerme en un dato que intuyo va más allá del puro negocio televisivo. Porque las audiencias sirven preferentemente para orientar la inversión publicitaria, pero también nos dicen cómo es la sociedad en la que vivimos.

Y a lo que estamos asistiendo es a un derrumbe de la marca TVE; es decir del grupo llamado a ser la cadena "española" por excelencia, tal y como su nombre la define respecto a las demás. Mientras, las autonómicas, igualmente públicas, suben imparablemente. En mayo, el total de audiencia de las autonómicas superó por primera vez a la 1 y sus informativos son en muchas ocasiones la principal referencia informativa. Diríase, por tanto, que mientras la entidad común decrece, la que se concluye del mapa autonómico va al alza. Catalanes y vascos, allá donde más fuertes son los sentimientos nacionalistas, eligen mayoritariamente sus informativos autonómicos a los nacionales. Para algunos, este dato que se va confirmando cada vez con más consistencia, no es sino muestra de la organización política emanada de la constitución y su asentamiento firme en la ciudadanía. Para otros, un ejemplo más de la pérdida paulatina de elementos comunes y de la dejación de lo español en determinados territorios... Esto en referencia a la información política, porque luego llegan la hija de Rocío Jurado, Pablo Motos o Máster Chef y se convierten en el denominador común mayoritario con independencia del lugar de origen. Parece que la política nos está desuniendo, pero el entretenimiento, como la cerveza, aún nos une.

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