La colmena

Magdalena Trillo

mtrillo@grupojoly.com

La ducha tailandesa de Espadas

No había "voto oculto al PSOE" como esperaban muchos dirigentes socialistas municipales

Hace bien Juan Espadas en encargar un análisis "serio" del 19-J. Para ir "más allá de las tertulias", como ha dicho el exalcalde de Sevilla y candidato frustrado a la Junta, pero también más allá del relato postelectoral que está intentando construir su partido desde Ferraz y Moncloa. La política es como la economía: todo está conectado. Y no podemos apropiarnos de las victorias y desentendernos de las derrotas a golpe de ocurrencias.

El PSOE tiene un problema de movilización en Andalucía (un mandato del PP, con el comodín de la pandemia, no ha sido suficiente para recuperarse de la resaca de cuatro décadas de gobiernos socialistas) pero también de cabeza de cartel (que Espadas haya perdido en Dos Hermanas y Sevilla no se puede justificar con una falta de conocimiento del candidato) y pesa, sobre todo, la "tarjeta roja" (¡qué bien hila Bendodo!) que los andaluces han sacado al PSOE de Pedro Sánchez.

No había "voto oculto al PSOE" como esperaban muchos dirigentes locales preocupados ya por las municipales de dentro de un año; había un cóctel explosivo en el que se ha unido una campaña desfasada en la vieja retórica de "los derechos y las derechas", con un candidato sin sex-appeal que no ha sido capaz de sumar a la marca y un cabreo creciente con Madrid que ha basculado de la crisis de los precios a la crisis de Argelia. De la gasolina a la cesta de la compra. Del idilio con los independentistas a los "líos" entre los socios de gobierno.

Todo esto no se resuelve con cinco puntos más de participación ni endulzando la derrota reprochando al PP que saliera a competir desde el trampolín de San Telmo. No ha sido una "mayoría suficiente"; ha sido "absoluta". Inesperada incluso para ellos. El PSOE se ha dejado 1,3 millones de votantes en una década, ha permitido que el PP se coma los 21 escaños de Cs y hasta le ha puesto alfombra roja para pescar a derecha y a izquierda acaparando el discurso del "voto útil" de freno a Vox.

Pero lleva razón Juan Espadas. El PSOE necesita un análisis serio fuera de los focos mediáticos y una reflexión profunda que no se frene en Despeñaperros. No sé bien a qué se refiere con la "ducha tailandesa" pero sí sé bien el temor, fundado, que hay en los bastiones socialistas de pueblos y ciudades en la cuenta atrás de 2023. Es otra partida, sí. Pero insisto, todo está conectado. Y si hay algo claro es que no son tiempos para el voto clientelar.

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