Sólo faltaban cinco minutos para jugárselo todo a la ruleta rusa, pero apareció uno de los que tienen el duro y lo cambió. El gol de Asensio en toque matemático con su pierna mejor nos llevaba en volandas a la posibilidad de conquistar el oro que le vaticinaban de forma más o menos argumentada. Un gol que nos da la opción de disputarle el oro al vigente campeón olímpico, esa verde amarilla que capitanea el eterno Dani Alves.

Pero lo ocurrido en Saitama tuvo muchos matices y lo cierto es que España cuajó su peor partido en el Sol Naciente. Como era de esperar, un hat trick resulta innegociable y Luis de la Fuente tuvo que hacer de tripas corazón para renunciar a su filosofía. Hizo titular al hombre providencial de cuartos y el equipo ya fue otro muy distinto, como si el fornido Rafa Mir fuese un pelo en la sopa para que no apareciese nunca la consabida superioridad que los nuestros suelen exhibir.

Ya en la previa de los Juegos fuimos incapaces de derrotar a Japón y ayer lo conseguimos sobre la última campana y sin superarlo en ningún momento. Los nipones se han estado mostrando en esta competición como un equipo más ágil y rápido que potente, casi imposibles de doblegar en el uno contra uno. Fueron contados los duelos individuales que ganó España, que se estrellaba en la viveza de sus rivales para que el tiempo fuese acrecentando la preocupación.

Al final resolvió la acción individual de quien tiene el duro. Indudable que Asensio es uno de esos y encontró en su zurda privilegiada el modo de visar el salvoconducto para el sábado en el Yokohama. Nos espera Brasil, que sufrió de lo lindo para desembarazarse de México tras una prórroga que acabó como el tiempo regular, sin goles. ¿Acertará la tropa de augures que señalaron a España como favorita? La verdad es que ya está todo más cerca, por lo que habrá que echarles cuenta.