yendo al grano

Víctor Cantero /

Ni enfermos…

El acoso y derribo del Gobierno a los empleados públicos parece no tener fin. En el documento denominado Plan de Ajuste para cumplimiento con el objetivo de disminución del déficit, enviado estos días a Bruselas por el Ejecutivo, se contempla como medida de ahorro el no pago del 100% de su salario a los funcionarios durante los primeros 90 días de baja por incapacidad laboral. Vamos que ya hasta el más elemental derecho a recuperar la salud estará penalizado. Y para que la medida escueza un poco más, viene acompañada de justificaciones que son todo un despropósito: que hay que evitar el fraude en las bajas laborales, que los funcionarios tienen que dar ejemplo de eficiencia en su puesto de trabajo, que menos absentismo y más cumplimiento de las obligaciones del puesto. Todo un rosario de consignas que vienen de demonizar a un colectivo que para nada es el causante de la crisis, ni en modo alguno ha contribuido a vaciar las arcas públicas. Señores políticos, ¿por qué antes de aprobar este tipo de medidas tan injustas no os miráis antes al espejo? ¡Cuántas veces vemos vuestros escaños vacíos! Y no pasa nada. Hasta cuándo se mantendrán vigentes vuestros privilegios, como aquel que consiste en obtener la pensión máxima con un número muy reducido de años cotizados, o aquel otro de seguir cobrando tras dejar el escaño durante meses y meses. Los ciudadanos ya estamos más que hartos de vuestro doble resero. Señores, la crisis no es un fantasma, es una cruda realidad. Así que váyanse ustedes tentando la ropa, que cuando el pueblo llano grita, razones no le faltan. Lo que no es de recibo es que todos los ajustes se empiecen desde la base, haciendo que los pobres cada vez lo sean más. Dupliquen ustedes las plantillas de inspectores de trabajo, intensifiquen ustedes las medidas contra el fraude, persigan y castiguen a quienes engañen fingiendo estar enfermos, pero no hagan pagar a justos por pecadores, pues por esa misma cuenta poquitos de entre sus señorías quedan a salvo de ser sospechosos de usar su escaño para sacar partido personal y no para atender a las demandas de los ciudadanos. Menos imponer obligaciones al prójimo y más dar el callo por este país, pues en lo de arrimar el hombro no pasan ustedes por ser precisamente un ejemplo.

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